La Nación
Peligros de un golpe de estado blando 1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Peligros de un golpe de estado blando

Gustavo Petro ganó la presidencia de Colombia con una votación de 11.291.986 sufragios que representaron el 50.51% del total de votos sufragados contra Rodolfo Hernández que sólo obtuvo 10.580.399 votos representando el 47.3% del total, en unas elecciones donde voto más del 58% de ciudadanos aptos para sufragar, la más masiva en los últimos 24 años. El último sondeo de opinión realizada por la encuestadora Cifras y Conceptos, efectuado la semana anterior, muestra que el presidente aún conserva una opinión favorable del 52% de los colombianos quienes ven con simpatía el rumbo del actual gobierno, contra un 40% de opinión desfavorable y un 8% que dicen no conocerlo. Es el personaje público nacional con más alta imagen positiva, bastante por encima de personas como el fiscal Barbosa que presenta una imagen favorable del 21%, contra una desfavorable del 39% y un 40% que no lo conocen, la Procuradora General Margarita Cabello con una imagen positiva del 18%, una negativa del 38% y un 44% que la desconocen, y el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, con una imagen favorable del 25%, una desfavorable del 24% y 51% que no lo conocen.

Sin embargo, la favorabilidad del presidente se redujo en un 10%, si comparamos estos registros con los obtenidos hace tres meses donde mostraba una opinión a su favor del 62%. Ese desgaste político es el resultado de la campaña mediática y los entrampamientos a que ha sido sometido el gobierno por la acción coordinada en su contra de los grandes medios de comunicación de masas (radio, prensa, televisión y rede virtuales), de los partidos tradicionales de la derecha despojados de la presidencia pero aún con un inmenso poder en todos los órganos del Estado, y fundamentalmente de los gremios económicos del gran capital, que manejan los verdaderos hilos del mando en la sociedad (banqueros, terratenientes, monopolios industriales y comerciales, redes informativas, etc.) quienes han incrementado sus capitales y ganancias en los últimos 40 años de neoliberalismo, apoyados en la violencia, el clientelismo y la corrupción estatal. Su gran temor es ver disminuidas sus ganancias y menguados sus monopolios con las reformas propuestas por el presidente Petro. Van siete meses y unos días del nuevo gobierno, las leyes que institucionalizan el cambio son discutidas en el Congreso como corresponde a una democracia pluralista y verdadera, pero ya los defensores del statu quo y enemigos de los cambios, muestran los dientes y amenazan con un golpe de estado blando. El pueblo necesitado de un nuevo orden económico y social, defenderá su gobierno y las reformas con su presencia política activa en calles y veredas.