La Nación
COLUMNISTAS

Renovación política

Cada vez que escucho a alguien decir que “no le gusta la política”, veo a alguien que le falta cacumen, que le falta un eslabón en el proceso de entendimiento para saber que la política no es un problema de “me gusta”. No. La política, en términos simples, es tan natural como tomar agua o comer. Es decir, la política es la actividad que nos da vida como sociedad; es la actividad mediante la cual cualquier grupo humano se organiza. Por eso es un asunto de poder, pues la gente que esta agrupada en sociedad tiene que elegir a quienes orientan nuestra organización y cómo se dirige la política hacia el bien común. Como no todos pueden ejercer ese liderazgo para dirigir la política se debe delegar, elegir, al mejor o a los mejores. Y aquí es donde entra en escena el ciudadano, el que elige. Es el ciudadano el que también tiene que demostrar que está preparado para la política: Primero, participando de la vida política. Segundo, cuando toca elegir, eligiendo bien, con conciencia. Si un ciudadano no participa de la vida política, es alguien que no le importa su propio destino, que le vale cinco lo que hagan con él. Y si ese ciudadano cuando le toca elegir lo hace sólo porque le pagan el voto, no se está comportando como un ciudadano; al vender su voto, no sólo vende su conciencia, también vende la ciudad. Significa que ese ciudadano dejó de serlo y se convirtió en un mercenario dentro de la política; se vende donde sea.

¿Y qué nos dice la realidad? Que tenemos malos dirigente y, por lo tanto, malos electores. Esa misma realidad pide a gritos que haya ¡renovación política! Y la renovación política empieza por los malos electores. Necesitamos que los ciudadanos no vendan su voto; que elijan a conciencia por la mejor hoja de vida para dirigir los destinos de una ciudad. Es con el buen ciudadano, con el buen elector, donde empieza la renovación política. Y el problema de la renovación no es de edad. No se hace renovación política eligiendo a un joven sólo porque es joven. No. La renovación política tiene que ver con las ideas, con los planteamientos, con las propuestas y con campañas contrarías a la politiquería. Es en la forma como se hacen las campañas donde se demuestra si hay renovación o no. Si un joven tiene buenas ideas pero si su idea es la politiquería, prefiero a un viejo con buenas ideas y una campaña decente. En el primero no hay renovación y el segundo sí la demuestra.