Las altas temperaturas y la escasez de lluvias tiene a los labriegos desesperados, porque no encuentran a dónde llevar los animales para que puedan comer, pues la única opción es comprar alimentos, pero ellos aducen que no todos tienen la solvencia económica para soportar esta crisis, que en años anteriores ha terminado con las pocas vacas de los parceleros de zonas como El Cusco, San Alfonso, San Juanito, Polonia y Potosí.
El mandatario de los villaviejunos alertó a las autoridades para que tomen cartas en el asunto y no se repita la misma situación de años anteriores, en donde el ganado ha muerto de física hambre, ante la mirada impotente de los labriegos, que nada han podido hacer para evitarlo.
“Nosotros tenemos inconvenientes grandes en estos momentos debido a que por el verano se nos acabaron los forrajes para el ganado y además las fuentes hídricas están agotadas casi en su totalidad, especialmente en la parte del desierto y algunos sectores donde se necesita riego para cultivos de arroz y algodón. La situación es bastante compleja y difícil. Estamos esperando el invierno que supuestamente anuncian, pero sabemos que en esta zona del departamento es muy corto el invierno”, dijo el alcalde de Villavieja, Raúl Ramírez.
La historia se repite
No es la primera vez que los campesinos de la zona norte del Huila tienen que estar esperanzados a las lluvias para poder salvar los cultivos y los animales, en años anteriores también se han presentado estas situaciones que han dejado cuantiosas pérdidas.
Algunos han aprendido la lección y cuando ven que la situación empieza a complicarse venden el ganado y deciden no sembrar, lo que tampoco es la solución, porque esta es una región netamente agrícola y de los cultivos devengan su sustento la mayoría de las familias.
“Las personas ya están concientizadas de que se tienen que preparar para el verano, lo que ha hecho que este año no se presenten tantas pérdidas como en años anteriores”, agregó Ramírez.
No hay denuncias
La coordinadora del Consejo Departamental para la Gestión de Desastres, Isabel Hernández, indicó al respecto que la situación hasta ahora es normal en todo el departamento y que ningún alcalde ha denunciado oficialmente emergencias por la ola de sequía.
“En este momento la Oficina de Control del Riesgo no tiene ninguna información sobre desabastecimiento de agua o dificultades con comida para animales. Ningún municipio del norte o de otro sector del departamento nos ha informado sobre esta eventualidad. Lo que sí tiene conocimiento la oficina es que ha habido aumento de temperaturas y disminución de lluvias en el norte del Huila, a pesar de que en estos momentos estamos atravesando la segunda temporada de lluvias. Sin embargo, el Ideam ya había advertido que en ese sector iban a ser más escasas las lluvias”, dijo la Coordinadora del Consejo Departamental para la Gestión de Desastres.