El arte de “tejer voluntades”, ni más ni menos, con el fin de resarcir el frágil tejido social de nuestra “aporriada” Colombia, cuando se ha roto, y como lo hacen las otras especies en la naturaleza, se llama “Sistema Nacional de Voluntarios de Colombia”. Un apéndice de Naciones Unidas (NU).
Importantes contribuciones hace el voluntariado en distintas esferas, particularmente en este milenio caótico, sellado por la crisis ambiental y el riesgo de desastres, pero rico en expectativas y anhelos de tener la Nueva Sociedad (léase “la nueva humanidad” en armonía con la Naturaleza).
Cadenas humanas se conectan a través de valiosos hilos de solidaridad, desarrollan capacidad para construir “la nueva humanidad”, con optimismo y alegría, tan necesaria en estos momentos de alta conflictividad, proceso de Paz y post/conflicto.
El Pensamiento económico y estratégico considera relevante el afianzamiento de los procesos de Desarrollo, como condición “sine qua non”, para conseguir sostenibilidad y bienestar en la cultura que satisfaga las necesidades del presente sin arriesgar las generaciones futuras.
En Colombia el Voluntariado está regido por la Ley 720/2001 mediante la cual se reconoce, promueve y regula la Acción Voluntaria de los ciudadanos. Reglamentado por el decreto 4290 del 2005 se creó el Sistema Nacional de Voluntariado.
El Día Internacional de Voluntarios (DIV) fue decretado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 40/212 en 1985. Desde entonces, gobiernos, el sistema de las Naciones Unidas y organizaciones de la sociedad civil, se han unido en todo el mundo para celebrar el 5 de diciembre como fecha conmemorativa para “hacer tejido social”. Este próximo sábado se cumple un aniversario más.
En el Huila, un grupo de mujeres y hombres entusiastas preparan con generosidad la celebración del DIV (ya están tejiendo la red…)…