Germán Palomo García
Al terminar la semana pasada, la electa Vicepresidenta Francia Márquez, que no quiere perder la oportunidad de ser protagonista en el nuevo gobierno que se instalará el próximo 7 de agosto, planteó la iniciativa de crear el departamento del Pacífico. Según su propuesta, el nuevo departamento tendría 62 municipios ubicados actualmente en cuatro departamentos del litoral Pacífico: Chocó, Cauca, Valle del Cauca y Nariño y su capital sería Buenaventura, el puerto más importante en ese corredor marítimo (el otro es Tumaco). El argumento principal de la Vicepresidenta es que esta región es una de las más olvidadas y, por ende, con altos indicadores de pobreza y marginalidad además de ser zona de violencia de distinta naturaleza (cultivos ilícitos, narcotráfico, guerrilla y corrupción). Con esta nueva territorialidad, según Francia Márquez, se lograría “la reivindicación social y económica de grandes territorios históricamente olvidados”. Cierto es que la situación socioeconómica del Litoral Pacífico se contradice con su biodiversidad y la actividad exportadora e importadora de múltiples renglones productivos, y turísticos que muy poco dejan a sus aprox. dos millones de habitantes; pero pienso que la Vicepresidenta haría mucho más captando recursos y dirigiéndolos a su región que complicándose promoviendo la creación de un nuevo departamento sin los cambios fiscales requeridos. Veamos la transformación de las intendencias en departamentos. ¿Les ha servido? Lamentablemente, en el país el concepto de región se circunscribe a los límites departamentales. Cuantos intentos de descentralización han fracasado porque, si bien se han identificado regiones (la Surcolombiana, por ejemplo) en la realidad las reformas exigidas no han estado acompañadas de los recursos fiscales que entiendan la nueva territorialidad. Esto por cuanto los departamentos tienen una alta dependencia de las transferencias de la Nación que tienen destinación específica. Mientras no se transforme esta estructura fiscal pueden intentarse muchas formas de integración y todas serán negativas o generarán muy pocos resultados. Otra limitante es el costo burocrático del nuevo departamento. ¿Existe una aproximación de lo que cuesta crear y sostener el nuevo departamento del Pacífico? Seguramente lo harán porque no creo que exista. Finalmente, ¿Cómo resultarán afectados los actuales departamentos no solo en lo fiscal (regalías y rentas) sino en lo territorial? Por ejemplo, ¿el Valle del Cauca se queda sin acceso autónomo al mar?