Germán Palomo García
La crisis de Venezuela, el país vecino con graves problemas, al comienzo se medía por los indicadores económicos, especialmente la tasa de inflación con súper récords mundiales (mil por ciento inicialmente y que hoy se cuantifica en diez mil por ciento), la tasa de cambio que acaba de asumir el tipo de cambio del mercado y no el oficial, algo inaceptable hace pocos días, que lleva la devaluación del bolívar soberano frente al dólar a 32%). Estos hechos hicieron olvidar el triunfo de la oposición que asumió mayoritariamente la Asamblea Nacional y su olímpico desconocimiento por Maduro y su régimen sustituyéndola por una Asamblea Constituyente creada no para asumir funciones sino tareas específicas que le correspondían al organismo oficial con funciones constitucionales. Surgió entonces la figura de Juan Guaidó asumiendo la presidencia de la Asamblea Nacional reviviendo con fuerza a la oposición y asumiendo con valentía, de acuerdo con la Constitución Bolivariana, la presidencia interina de esa república. Esta acción provocó la manifestación de la comunidad internacional encabezada por Estados Unidos que esperaba una oportunidad como esta para enfrentar con mayor fuerza un régimen ya calificado como dictatorial. Guaidó ya ha logrado reconocimiento internacional y la Unión Europea ha dado un plazo perentorio a Maduro para que convoque a elecciones libres so pena de reconocer al presidente interino. Estas movidas políticas han producido en Estados Unidos no solo el reconocimiento a Guaidó sino otras acciones económicas como el bloqueo de depósitos de la petrolera PDVSA y su filial CITGO, la cadena de gasolineras que opera en EEUU, el músculo financiero del país vecino para permitirle al presidente interino operar estos recursos y restarle capacidad de maniobra al Gobierno de Nicolás Maduro. Es una clara intervención del Sr. Trump en Venezuela pero si el objetivo mayor es destronar al régimen dictatorial los aliados no dirán nada. Esto está causando mella en Maduro quien manifestó que hablará hasta con el “mismísimo diablo” de ser necesario lo cual es diciente de la presión que está sintiendo.
Algunos piensan que Maduro caerá en pocos días lo cual no creo que se produzca tal desenlace. No olvidemos que China y Rusia son actores de este conflicto no solamente como interesados en consolidar su posición en esta región sino como importantes acreedores de los venezolanos que aceptan su petróleo como parte de pago. Con esto quiero decir que falta mucho por desarrollarse en este escenario y razón le asiste al Papa el manifestarse preocupado por el posible derramamiento de sangre que ojalá no se produzca.