A juicio fue llamado el patrullero de la Policía Julio Alberto Barrientos Pérez por la desaparición de dos revólveres que se encontraban en el almacén de evidencia del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes en Neiva. LA NACIÓN, NEIVA A juicio fue llamado el patrullero de la Policía Julio Alberto Barrientos Pérez por la desaparición de dos revólveres que se encontraban en el almacén de evidencia del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes en Neiva. Una de las armas apareció en manos de un menor infractor. La decisión contra el uniformado fue hecha por el Fiscal 17 Seccional de Neiva que lo acusó de los delitos de peculado por apropiación, ocultamiento, alteración o destrucción de elementos probatorios y fabricación, tráfico o porte de armas de fuego, ante el Juez Tercero Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Neiva. El delegado del ente acusador manifestó en la audiencia de acusación, que una de las armas fue encontrada en manos de un menor infractor capturado por la Policía de Infancia y Adolescencia, el primero de abril de 2011. “Las pesquisas evidenciaron que del lugar se desaparecieron los dos revólveres el 27 de mayo de 2011. Cuatro días después fue aprehendido el menor con uno de ellos”, relató el fiscal. El joven patrullero estaba encargado de las llaves del almacén transitorio de evidencias. “Se hallaban (las armas) bajo custodia del patrullero Barrientos, a quien se le habían entregado en razón de sus funciones las órdenes para que las ingresara al armerillo del Departamento de Policía Huila, sin embargo, éste no dio cumplimiento a tales disposiciones”, indicó el delegado del ente acusador. Barrientos Pérez, el primero de junio pasado, instauró la denuncia por el extravío de las dos armas ante el Centro de Servicios Judiciales de la Fiscalía. El uniformado manifestó que se enteró de la desaparición de los revólveres al recibir una llamada de la oficina de balística del laboratorio de criminalística de la Regional Dos de la Policía. “Me informaron que había llegado un arma de fuego, tipo revólver, calibre 32, la cual días anteriores yo había mandado hacer un experticio técnico”. El joven tras la noticia, se dirigió al almacén a buscar el arma y encuentra que el contenedor donde debía estar “se encuentra abierto y sin el contenido… Llamé al coordinador del sistema para informar la novedad…”. Recordó en la denuncia que al verificar otro de los contenedores encuentra que falta el revólver Smith & Wesson.