La Nación
COLUMNISTAS

Carta abierta a los Maestro de Filosofía (II)

Sepan ustedes, respetados maestros de filosofía, disculparme por el distanciamiento temporal que tuve en este espacio desde aquella oportunidad en la que publiqué mi última nota. Como para empatar este comunicado, les recuerdos brevemente lo que dije en la Carta (I). En ella les proponía la discusión alrededor del destino de la enseñanza de la filosofía en los colegios del país considerando las últimas instancias que había promulgado el MEN al respecto. En esta ocasión quisiera comenzar trayendo a colación una pregunta que cierto día me hizo, con motivo de la columna pasada, un reconocido maestro de filosofía pero de “la vieja guardia” de aquí de la ciudad de Neiva, cuyo nombre omito por respeto a mis lectores. Con un tenue gesto de incredulidad en su rostro me dijo: “¿Cuál es tu obsesión con hablar de Filosofía en Neiva? Si lo único por que pelean los maestros es por plata”. Arqueando mis cejas, simulando asombro, opté por callar. Pero al final le reproché: “Quizá no tengamos en Neiva una sólida trayectoria formativa en la filosofía, porque el interés de las universidades aquí en y en gran parte del departamento gravitan en la industria y el comercio y aquí hay gente muy crítica y con un amplio sentido humanista de la vida”. Con un suave golpe en mi hombro se fue en medio de una irónica sonrisa.

Lo que está ocurriendo con la enseñanza de la Filosofía en el país no es nuevo. A mediados del siglo pasado, hubo un intento por retirarla del currículo formal de los colegio, pero el pronunciamiento sólido y contundente de las facultades de Filosofía de ese entonces no permitieron tal desfachatez. La alineación de saberes propuestos por el MEN y que técnicamente la elaboró el Icfes, no es ni el saber mismo sino la estructura del instrumento de medición. Aquí el saber autónomo de las disciplinar está pasando a ser el “chivo expiatorio” de las técnicas de comprobación de los resultados. Ahora bien, ¿hay una posible incoherencia entre los que se propone el MEN y lo que dispone el Icfes en términos de evaluación? No nos digamos mentiras, la estandarización de los saberes lo que hace es que todos sean medido con una misma regla, es decir, que estamos de cara ante una homogenización del saber. Por otro lado, si el Icfes evalúa competencias básicas ¿qué herramientas están disponiendo para su preparación? Se cree que la preparación para las pruebas de Estado, es un negocio para muchos redondo, pues la mafia del saber permite mantener el monopolio de esta “preparación”. ¿Hacen bien o hacen mal? No estoy aquí para juzgar la moral de nadie; lo que si hago es intentar develar una realidad que cada vez que la pienso hace aferrarme más a mi vocación de maestro.

Me da la sensación de que estos cambios que anuncia el Icfes y que irónicamente poco – o en nada- prepara a sus maestros, alimenta más el afán porque los colegios sigan de rodillas ante la inflación educativa y con padres al margen del proceso de sus hijos. Les propongo a los maestros a que exploren este link: https://www.facebook.com/events/1376002936031771/?ref=22  y compartimos ideas.