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Colombia e Israel sin relaciones diplomáticas: ¿Qué significa y qué implicaciones tiene? 1 20 mayo, 2024
COLUMNISTAS

Colombia e Israel sin relaciones diplomáticas: ¿Qué significa y qué implicaciones tiene?

No es ningún secreto, el 7 de octubre de 2023 Hamás burló la inteligencia militar israelí y lanzó cientos de cohetes que dejaron como saldo a más de 200 personas secuestradas y 1.200 muertos. En respuesta, Israel inició en Gaza una ofensiva que desconoce claramente los principios de distinción, proporcionalidad y precaución, pilares fundamentales del Derecho Internacional Humanitario.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó el despliegue de una operación militar que ha cobrado la vida de miles de palestinos y ha desplazado a más de dos millones de personas, según cifras oficiales presentadas por la Organización de Naciones Unidas.

En ese contexto, el pasado primero de mayo el Presidente de Colombia en el marco de las marchas que tienen lugar cada año para conmemorar el Día Internacional del Trabajo, le informó a la opinión pública su determinación de romper relaciones diplomáticas con el Estado de Israel. La decisión fue adoptada, según lo dicho por el propio mandatario, porque Colombia no será cómplice de un presidente genocida que desconoce permanentemente las normas del Derecho Internacional Humanitario.

En razón al anuncio hecho por el Presidente de Colombia, la Cancillería en un comunicado de prensa explicó con mayores detalles las razones que incidieron determinantemente en la ruptura de las relaciones diplomáticas con Israel. En la nota se hace referencia entre otras cosas, a la hambruna que sufre el pueblo palestino tras el bloqueo impuesto por Israel y a los ataques indiscriminados que se comenten con frecuencia contra la infraestructura y la población civil, las unidades sanitarias, las mujeres, las niñas, los niños y el personal médico.

En la nota de prensa se concluye que Colombia no guardará silencio manteniendo relaciones diplomáticas con el gobierno de un Estado que enfrenta graves acusaciones por la comisión de genocidio y crímenes de guerra, advirtiendo en todo caso que la decisión adoptada no va dirigida contra el pueblo israelí ni contra las comunidades judías, y que los colombianos en Israel y Palestina seguirán siendo asistidos por la sección consular de la embajada en Tel Aviv. Lo anterior merece las siguientes consideraciones.

En primer lugar, hay que señalar que las misiones diplomáticas representan en forma permanente a un Estado en el extranjero, es decir que, cuando dos Estados de manera voluntaria deciden establecer relaciones bilaterales, crean las respectivas misiones diplomáticas que son los órganos a través de los cuales se desarrollarán las referidas relaciones. No existe ninguna norma de Derecho Internacional que obligue a un Estado a sostener relaciones diplomáticas con otro, en consecuencia, tal acto responde a una decisión discrecional y soberana.

Dentro de las múltiples funciones de las misiones diplomáticas se destacan, por ejemplo, las de representar oficialmente al Estado acreditante, proteger sus intereses ante el Estado receptor, fomentar la cooperación entre ambas partes y negociar sobre variados asuntos de interés común.

Ahora, no se puede negar que la ruptura de relaciones diplomáticas constituye una medida de retorsión drástica que tiene profundos efectos para los Estados involucrados. Tras el rompimiento de las relaciones diplomáticas se esfuma toda posibilidad de diálogo, por eso, es necesario reestructurar las dinámicas que se habían tejido a lo largo de los años para el abordaje de temas fundamentales para las dos partes.

No obstante, también se debe señalar que la ruptura de relaciones diplomáticas constituye ante todo una protesta, un reproche, una manera de mostrar descontento por las acciones u omisiones de un Estado. La ruptura de relaciones diplomáticas se erige como un mecanismo de presión que se usa para incitar el cambio en una determinada política implementada o auspiciada por un Estado.

Colombia ha decidido romper sus relaciones diplomáticas con Israel como una medida lícita y posible en el derecho internacional, con la finalidad de mostrar a la comunidad internacional y sobre todo al propio Estado de Israel, su descontento por las diferentes actuaciones que ha desplegado en la Franja de Gaza que desconocen flagrantemente el Derecho Internacional Humanitario y ojo, porque según lo ha venido advirtiendo la relatora especial sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos, Francesca Albanese, en Gaza se está cometiendo un genocidio.

Es verdad, es mucho más sencillo guardar silencio y asumir una posición cómoda mientras en pleno siglo XXI se aniquila a un grupo de seres humanos bajo la mirada cómplice, pasiva y condescendiente de la comunidad internacional. Es cierto, la ruptura unilateral de relaciones diplomáticas no hará que Israel detenga la barbarie, pero si representa la protesta de un lejano país ubicado al extremo noroccidental de América del Sur que ha decidido alzar la voz pidiendo que se detenga el genocidio del pueblo palestino.