Guerras entre pandillas
La violencia juvenil entre pandillas es un problema social que afecta seriamente el bienestar de muchas familias que habitan algunos sectores residenciales de Neiva. En el sur oriente de la ciudad las escenas de crímenes e intimidación por parte de estos grupos de jóvenes es una constante que se refrenda como una epidemia que parece no tener antídoto. Las armas, los robos y las drogas son el duro pan de cada día entre muchos jóvenes de los barrios marginados que circundan la capital del Huila.
Jhon Alexander Ortiz, de 16 años de edad, fue asesinado con un arma de fuego por Ricardo Garrido Cumbe en noviembre de 2011.
La historia violenta entre la pandilla de “Las cristalinas” y la pandilla de “La paz” en el suroriente de Neiva es una circunstancia delicada que no tiene control. Entre los dos bandos se acechan para intimidarse, insultarse y en el peor de los casos, agredirse con violencia, como lo manifiestan habitantes de la zona en mención. “Aquí la situación con los jóvenes es cada vez más difícil. Los muchachos de las pandillas viven en una guerra constante. Cuando no son los unos, son los otros, atacándose incluso a balazos”.
El drama de una madre
Así fue como sucedió la fatídica mañana del 16 de noviembre de 2011, cuando en inmediaciones de la Calle 12 con Carrera 37 en el barrio Rafael Azuero Manchola de Neiva, el joven Jhon Alexander Ortiz, amigo de algunos miembros de la pandilla “Las cristalinas”, recibió tres impactos de bala, uno en su cabeza y dos más en su abdomen, que le propinó Ricardo Garrido Cumbe de 20 años de edad, alias “Richard”, perteneciente a la pandilla “La paz”.
“Mi hijo se encontraba a media cuadra de la casa conversando con unos amigos, cuando este señor Ricardo llegó echando tiros y me mató a mi niño”, relata Yaneth Mora, madre del menor asesinado. “Los muchachos sí corrieron y mi hijo no quiso, porque él no tenía nada qué ver con él (‘Richard’)”, afirmó Yaneyh. Testigos de los hechos señalan que Garrido Cumbe llegó con un arma de fuego y empezó a hacer disparos, John Alexander murió luego de recibir dos impactos de bala en su costado izquierdo y uno en su cabeza. Yaneth Mora sólo alcanzó a escuchar los disparos y los gritos de su sobrina pidiendo auxilio, de inmediato se dirigieron en un taxi hasta el centro médico, sin embargo el joven llegó sin vida.
“Mamá Richard, fue Richard”, fueron las últimas palabras que John Alexander Ortiz Mora, alcanzó a decirle a Yaneth Mora antes de morir en el taxi cuando ella lo trasladaba hasta el centro de salud IPC del sur de Neiva.
La condena
Ayer, en la audiencia de lectura de fallo, la Juez Primero Penal del Circuito con Funciones de Conocimientos, manifestó que la pena que deberá pagar alias ‘Richard’ será de 25 años y 2 meses de prisión por el delito de homicidio agravado en concurso heterogéneo con tráfico, fabricación o porte de armas de arma de fuego. Luego de la diligencia judicial, el sentenciado a prisión fue trasladado al centro penitenciario de Rivera donde actualmente purga otra condena por el delito de tráfico de estupefacientes.