La Nación
“El mejor subsidio es un buen empleo” 1 26 abril, 2024
ENTREVISTA

“El mejor subsidio es un buen empleo”

Enrique Gómez habla con LA NACIÓN sobre su aspiración presidencial por el Movimiento de Salvación Nacional. El sobrino de Álvaro Gómez Hurtado dice que a través de los subsidios monetarios no se va a combatir la pobreza y la desigualdad. Además, arremete contra Gustavo Petro y lo llama “inhábil moral”.

Jesús Antonio Rojas Serrano

editorgeneral@lanacion.com.co

Aunque en las encuestas marca con menos del 1% en intención de voto, Enrique Gómez se ha dado a conocer en los últimos debates presidenciales, generando una ola de reacciones a su favor en las redes sociales. Gómez Martínez, sobrino del dirigente conservador Álvaro Gómez Hurtado dice ser un defensor de los “valores, de proteger la familia, de recuperar la seguridad y de transformar la economía para generar riqueza y empleo”.

Dice además que Gustavo Petro es el “rey del populismo” y que está prometiendo a Colombia “ríos de leche y miel”.

¿Por qué quiere ser Presidente de la República?

Me aburrí del fracaso, del manejo indebido del Estado, me aburrí de la corrupción. Si bien como sociedad hemos logrado muchas cosas, sí se necesita un cambio y el cambio debe nacer desde los partidos políticos. Por eso, cuando tuvimos el año pasado la oportunidad, a raíz de la sentencia de la Corte Constitucional, de revivir Salvación Nacional, un movimiento que mi tío Álvaro Gómez Hurtado fundó en los 90 para sustentar su aspiración presidencial, decidimos que era una oportunidad valiosa para traer al debate un conjunto de ideas conservadoras, que le hacen falta al país. Desde hace más de 20 años, Colombia no tiene un candidato verdaderamente conservador, que hable de valores, de proteger la familia, de recuperar la seguridad y de transformar la economía para generar riqueza y empleo.

El desempleo es uno de los mayores ‘dolores de cabeza’ de los colombianos, ¿Qué hacer para generar puestos de trabajo de calidad?

Lo primero que propongo es que dejemos de ser hipócritas. Tenemos un código laboral del año 48, tenemos un sistema que promueve una rigidez en el contrato laboral que sólo beneficia a muy pocos colombianos. Tenemos 20 millones de ocupados, de los cuales menos del 30% está en la formalidad, 3 millones de desempleados y 14 millones y medio de desocupados que ya no salen a buscar empleo. Todo esto es una señal clara de que las políticas laborales del país han fracasado. Hay un desempleo prevalente en la juventud de 14 a 28 años de más del 21% durante 10 años; es una generación perdida para el país. Un joven que entra tarde a la fuerza laboral pierde esos años para el resto de su vida y hay muchos estudios económicos que lo demuestran. Por eso, necesitamos hacer un cambio radical en donde el privilegio de unos pocos de tener contrato con todas las prestaciones, se expanda a todo el resto de la población. Nosotros estamos proponiendo que para el microempresario se flexibilice el contrato de trabajo y que tenga acceso a créditos de fomento, a fondo perdido, sin codeudor. Necesitamos que los pequeños empresarios tengan bancarización desde la misma página de la Dian, así como capacitaciones en emprendimiento en el Sena. Si ese empresario tiene éxito y contrata jóvenes y mayores de 60 años, les vamos a dar bonos fiscales y acceso a seguridad social descontada. Necesitamos bajar los impuestos a las empresas, en donde se hace el empleo bueno y se hace la riqueza que transforma al país. También proponemos un mega-plan de infraestructura.

 ¿Y cómo superar la pobreza?

El mejor subsidio es un buen empleo. La gente quiere es oportunidades, quiere es trabajar. A través de los subsidios monetarios no se va a combatir la pobreza y la desigualdad; llevamos 20 años en eso; $60 billones repartidos sin condición. Si ese dinero se hubiese invertido en obras, en generación de energía barata, en créditos para los emprendedores o en distritos de riego para los agricultores, el país estaría mejor porque es a través del empleo como superamos la pobreza.

Otro ‘dolor de cabeza’: la inseguridad urbana, ¿Cómo combatirla?

El colombiano tiene que entender una cosa: la mala justicia es la que nos genera la inseguridad y por eso, hay que transformarla. El 35% de los jueces están en provisionalidad; se hacen los concursos y la Rama Judicial no los cumple; el 95% de los fiscales están en provisionalidad. Se trata de un mega-botín burocrático para el Congreso y los tribunales, a los cuales el Fiscal mantiene contentos asignando plazas. Desde que llegó el Fiscal ha nombrado más de 700 fiscales, a los cuales mueve de un lugar a otro. Tenemos fiscales encerrados en las oficinas. El Fiscal recibe un presupuesto de $5,2 billones y dice que sólo tiene un investigador por dos fiscales. Por qué es esto: porque a los políticos les interesa más los cargos del Fiscal con más plata y no los investigadores, los cuales son los que realmente salen y ponen el pecho en las calles y resuelven los crímenes. Nosotros proponemos incorporar rápidamente de la reserva del nivel ejecutivo de la Policía a todos los especialistas en criminalística y policía judicial para que poner una denuncia no siga siendo un saludo a la bandera. No ha nacido un fiscal en Colombia que haya practicado el levantamiento de un cadáver, cuando la lucha del homicidio es un fracaso si no se resuelve en las primeras 48 horas. Le doy este dato aterrador a los ciudadanos del Huila: el 80% de los homicidios en el país no se investigan. Por eso, es que hay empresas del crimen que prosperan. Necesitamos además un aumento en el pie de fuerza; hay que evitar que se nos pensionen los buenos policías y soldados, dándoles todos los beneficios. Hay que mejorar el sueldo de las Fuerzas Militares.

Todos estamos cansados de la corrupción, ¿Hay algún chance de ganar esa lucha?

Lo primero es no montar gabinetes ni armar partidos políticos con corruptos como lo hace el Pacto Histórico. Lo segundo es acabar con los cupos indicativos que han corrompido la clase política en el Congreso. Yo creo que el Senado nacional fue un error. Este Senado nos trajo unos pocos senadores de opinión y a cambio de eso, encareció la política. Nadie conoce a los senadores y la ciudadanía no tiene manera de auditarlo o de presionarlo por su desempeño. Proponemos volver al Senado departamental; hay 14 departamentos que no tienen representación en el Senado. También proponemos Cámaras provinciales para que haya más representatividad. Igualmente, planteamos la segunda instancia en el proceso de adjudicación administrativa. Hay muchas entidades territoriales y entes descentralizados como el Hospital Universitario ‘Hernando Moncaleano Perdomo’ de Neiva, que andan haciendo adjudicaciones con un solo proponente y sin procesos de licitación. Y finalmente, proponemos expropiación de todos los bienes de los corruptos y sus familiares o testaferros.

¿Qué sigue pensando de la propuesta de “perdón social” a los corruptos hecha en Semana Santa por el candidato Gustavo Petro?

Es una vergüenza social porque además en el Pacto Histórico todo arranca mal, si es que él todavía insiste en no explicarles a los colombianos quién le llenaba las bolsas de dinero en efectivo para sus campañas anteriores. Mientras no explique eso, Gustavo Petro es inmoral, es inhábil moralmente para ejercer la Presidencia. Y por eso, está buscando en esos pactos con los corruptos más espantosos de la democracia colombiana, volverlos a meter en el poder. Eso es reprochable, eso es un paso en el sentido equivocado. Aquí lo que tiene que volver, como lo dijo Álvaro Gómez Hurtado, es la ética y la moral a la política. Detrás de una mala justicia, que nunca falla y se demora en proferir sentencias, se esconden los corruptos y dicen que no han sido condenados, cuando toda Colombia sabe que eso está mal. Meter dinero en efectivo de un contratista en una bolsa para financiar su campaña, está mal aquí y en Cafarnaúm. Colombia lo sabe. Lo que necesitamos es una sanción social contundente. Uno no debería sentarse en un restaurante con corruptos. Roy Barreras, el senador del maletín con la coima que dejó botada, sale a los medios a dar lecciones de ética y moral. Otra es Piedad Córdoba, una persona que negoció con la plata de las narco-Farc y que además negoció la vida de seres humanos secuestrados para su beneficio político. Armando Benedetti anda pavoneándose para arriba y para abajo con su nuevo juguete Gustavo Petro ¡Qué vergüenza! La sanción social es indispensable en la lucha contra la corrupción.

Según las encuestas, la Presidencia se definirá entre Gustavo Petro y Federico Gutiérrez, ¿Qué piensa hacer en esta recta final para que los colombianos escuchen sus propuestas?

Yo no peleo con las encuestas porque nosotros hemos hecho una campaña de ideas, de programas, de retorno a los valores, de defensa de la vida del que está por nacer y de la protección de la familia, de rescatar virtudes colombianas como el trabajo, dedicación, ahorro y lucha. Y esas ideas necesita oírlas el pueblo colombiano y no me importa lo que digan las encuestas. Estamos en este proyecto de largo plazo. La sentencia de la Corte Constitucional protege la personería jurídica de Salvación Nacional hasta el año 2026. Hemos vuelto a la política porque extrañamos estas propuestas. Los otros se quedan en lo superficial, en no decirles la verdad a los colombianos en el análisis de los problemas y en plantear soluciones que no implican nada como lo hace el rey del populismo en Colombia, Gustavo Petro, quien le promete a Colombia ríos de leche y miel. Petro, por ejemplo, quiere ordeñar la vaca colombiana y la vaca colombiana es la industria petrolera, pero a su vez la quiere destruir. Un Presidente que tiene esa incoherencia, que habla de darle comida gratuita a todos los colombianos pero al mismo tiempo busca expropiar propiedades, es un hombre que tiene un cinismo infinito. No me extraña que a Petro le vaya bien las encuestas porque le está mintiendo al pueblo colombiano. Nuestro llamado es a la política decente, a la política de ética y moral y por eso, vamos a seguir en el ejercicio hasta el 29 de mayo.

¿Por qué cree que a Petro no se le ha vuelto a ver en los debates presidenciales?

Si yo fuera vanidoso, aunque no lo soy, es porque por fin logré entrar a los debates. Cuando por fin logré entrar a un debate, Petro se arrugó. Él no resiste la confrontación dialéctica. En esos debates a mí me ha tocado ser el moderador para que se le diga a los colombianos cuáles son los problemas y cuáles son las soluciones. He traído la cordura a esos debates y he visto la respuesta de mis colegas candidatos. Petro queda mal cuando se enfrenta a candidatos que como yo estudiamos con detenimiento lo que vamos a decir y tenemos un eje ético y moral estricto. Vamos a demostrar cómo Petro engaña con propuestas que no va a cumplir. Nadie promete más que el que no va a cumplir.