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A pesar de la política de paz, la violencia en el país sigue desenfrenada.
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El ‘peso’ de la guerra según las cifras del CICR

A pesar de la política de paz, la violencia en el país sigue desenfrenada. El Huila no es la excepción y mientras se efectúan estrategias para mantener la tranquilidad del territorio, los ciudadanos lidian con el peso de la ‘guerra’.  Así lo demuestran las cifras del informe anual sobre la situación humanitaria en Colombia, expedido por el Comité Internacional de la Cruz Roja, CICR.

Johan Eduardo Rojas López

Periodistamultimedia4@lanacion.com.co

Un panorama preocupante evidencia las cifras registradas por el Comité Internacional de la Cruz Roja, CICR, a través del informe anual sobre el balance humanitario en el país, en donde se refleja que durante el 2023 se documentaron 444 presuntas violaciones del derecho internacional humanitario en Colombia.

Además, informa que la intensificación de la disputa territorial entre diversos actores armados generó dinámicas cambiantes en varias regiones del país, lo que planteó nuevos desafíos humanitarios.

Balance humanitario

En 2023, según cifras oficiales, al menos 145 mil personas se desplazaron individualmente, lo que supone un aumento del 18% respecto al año anterior. En algunos departamentos el incremento fue más alto.

En el informe se determina la realidad de hechos victimizantes que afrontan los ciudadanos. El desplazamiento masivo e individual, el confinamiento de comunidades, afectación por artefactos explosivos, nuevos casos de desaparición que ocurrieron y de documentaron, además, de los actos violentos contra la asistencia de salud, evidencian según la CICR, la complejidad del contexto actual.

Y es que, a pesar de que, en el desplazamiento masivo, la población afectada se redujo en un 13%, la cifra continúa siendo elevada, ya que alrededor de 50.236 personas tuvieron que abandonar su hogar. Nariño, Bolívar, Cauca, Valle del Cauca y Chocó, fueron los que más casos presentaron con 26.014, 4.085, 3.909, 3.695 y 3.670, respectivamente, mientras que, el Huila ocupó el noveno lugar con 866 casos.

En cuanto a desplazamiento individuales durante la vigencia anterior hubo un registro de 145.049 persona afectada, el cual presenta un incremento del 18% respecto al año anterior y allí el Huila no aparece dentro del top 10 de los departamentos con más casos, encontrándose dentro de los otros 19 departamentos que en su conjunto alcanzaron una cifra de 15.073. Valle del Cauca, Nariño, Antioquia, Cauca y Bolívar, encabezaron la lista con 24.478, 17.519, 16,177, 13,220 y 12,245, en su orden.

Confinamiento y artefactos explosivos

Mientras tanto, el confinamiento de comunidades en razón al recrudecimiento de las acciones armadas y la presencia de artefactos explosivos en los territorios aumentó a nivel nacional en un 19% en comparación con el año anterior. Alrededor de 47.013 personas estuvieron confinadas.

Igualmente, el informe da cuenta del registro de 380 víctimas directas de artefactos explosivos como minas antipersonales, restos explosivos de guerra, artefactos lanzados y de detonación controlada. Del total de víctimas registradas, el 54% son civiles, el 40.5% miembros de la Fuerza Pública y el otro 5.5% de grupos armados no estatales. El 71% de las víctimas se encuentran en el departamento de Nariño, Cauca, Norte de Santander y Antioquia.

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Desapariciones y violencia sexual

A su vez, 222 casos de desapariciones durante el 2023 se documentaron en el informe, los cuales estuvieron relacionados con la violencia. De esos, 168 son civiles (49 menores de edad) y 54 integrantes de la Fuerza Pública y grupos armados.

“Es necesario que el Estado colombiano y los grupos armados sitúen las preocupaciones humanitarias en el centro de los diálogos de paz”, enfatizó Lorenzo Caraffi, jefe de delegación del CICR en Colombia, durante la presentación del informe anual Balance Humanitario 2024.

Mientras tanto, el fenómeno de la violencia sexual también se mantiene vigente en el marco de los conflictos armados de Colombia, así lo corroboran los 50 casos ocurridos el año pasado y eso, según el informe, solo es una mínima fracción de las víctimas y sobrevivientes de este tipo de violencia.

Ataques contra la salud

Los actos violentos contra la asistencia de salud, por otra parte, también generan preocupación, toda vez que, la Mesa Nacional de Misión Médica reportó 511 eventos, de los cuales el 27% se relaciona con los conflictos armados y evidenciando un aumento respecto al año 2022 donde hubo 426 casos, pero una disminución con el 2021 donde hubo 553 casos.

El Huila en este punto se ubica en el sexto puesto de los departamentos más afectados con 32 casos, por debajo de Antioquia (78), Cundinamarca (54), Tolima (53), Cauca (45) y Nariño (33); convirtiendo en el departamento con más casos del sur del país.

Intensificación de la crisis humanitaria

Esta realidad se incrementó en el suroriente colombiano y aunque en comparación con otros departamentos de Colombia pareciera que las cifras no son tan altas, los impactos en las comunidades son de gravedad, pues aún con la baja densidad poblacional propia de estos territorios, las cifras y, especialmente, las consecuencias que ha evidenciado el CICR son preocupantes.

Sobresaturación de situaciones humanitarias

Johana Elena Rojas Herrera, Defensora del Pueblo, seccional Huila, aseguró que todos estos aspectos expuestos anteriormente los llenan de preocupación y angustia dado el incremento de estas situaciones de hechos victimizantes.

“Tengo que anotar que hay una sobresaturación de lo que tiene que ver con la situación humanitaria en los departamentos de la región sur. Ocho de cada diez ciudadanos tienen una dificultad de derechos humanos en donde se ve comprometida con su vida para hacer un diagnóstico un poco apriorístico”, argumentó.

Precisó que esta situación humanitaria resulta amenazada sistemáticamente por culpa de la expansión de los grupos al margen de la ley que operan en el departamento; situación que sigue siendo muy expectante para los entes encargados y, por eso, llama la atención de las entidades que deben hacerle el frente.

Tomarle la ‘temperatura’ y el ‘pulso’ a esta situación generalizada es difícil para la Defensora del Pueblo debido a que el Huila por su posición geográfica es un corredor vial que recibe una ‘estela’ de violencia, sin quizás a veces poderse cuantificar con exactitud la gravedad respecto a los departamentos vecinos.

Finalmente, este informe citado anuncia un nuevo conflicto armado en el país, agregando la disputa entre el Clan del Golfo y la disidencia del Estado Mayor Central a los otros siete enfrentamientos que existen en el contexto nacional.