El municipio de Neiva y el Huila están en deuda con José Eustasio Rivera. Esta es la vergonzosa realidad que es más evidente cuando se están cumpliendo cien años de la publicación de La Vorágine. Me refiero a la inexistencia de un museo que preserve la memoria de la vida y la obra literaria de este gran escritor huilense cuya dimensión mundial enorgullece a toda Colombia. ¿Cómo es posible que mientras en Orocué- Casanare – exista un museo sobre José Eustasio Rivera, en Neiva no? Pero es el momento de emprender esta tarea si la Alcaldía de Neiva, el Departamento y la solidaridad de los huilenses se unen para crearlo.
Es necesario empezar por entender que los museos están destinados a albergar la memoria, elevar el espíritu, enseñar y dar placer a los visitantes. La creación de un museo implica, en el caso de José Eustasio Rivera, investigar de antemano, su vida y su obra, coleccionar y conservar y poner en exhibición las piezas que lo conformarían, como serían: documentos sobre la trayectoria de su vida, objetos personales, ejemplares de sus libros publicados y de los autores que han exaltado su obra (lo cual daría para una sala especial), fotografías, videos, el mapa de sus recorridos por las selvas y los llanos, expresiones folclóricas relacionadas con su vida, etc. etc. El museo mostraría que los huilenses somos un pueblo culto que valora su pasado y que sabe exaltar a quienes han sobresalido en la cultura y sus tradiciones folclóricas, como se hizo con nuestro gran compositor Jorge Villamil Cordovez con el museo creado en el año 2007 por la Fundación por la Huilensidad.
No dudo que una de las mejores formas de honrar la memoria de José Eustasio Rivera es la creación del museo mediante el esfuerzo conjunto del Departamento y el municipio de Neiva. Se debe empezar por definir qué institución podría estar a cargo de su administración y la sede así, como los posibles costos de su creación, organización y funcionamiento. A este propósito alguien me decía que la institución apropiada para hacerse cargo del museo podría ser la Corporación Cultural José Eustasio Rivera creada en 1963 bajo el liderazgo del Dr. Reynaldo Polanía Polanía y cuya trayectoria cultural ha sido valiosa.
Además, es necesario pensar que el turismo tendría en este museo una gran oportunidad para fortalecerlo en Neiva, pues los museos constituyen uno de los mejores atractivos para atraer visitantes, máxime cuando se trata de una figura cuya fama mundial sobrepasa todos los límites nacionales como me consta personalmente cuando siendo estudiante en París visité en las vacaciones de 1967 la ciudad de Praga, capital de Checoeslovaquia, en ese entonces. La Vorágine la consideraba y la valoraban en esa ciudad como una gran obra de la literatura mundial.
La deuda con José Eustasio Rivera puede ser saldada dependiendo de la voluntad no solo de nuestros actuales gobernantes, sino también de la solidaridad de todos los huilenses.