La Nación
COLUMNISTAS

La vida es sagrada

Hasta que Dios disponga otra cosa ese corazón no dejará de latir, me dijo un médico cuando confirmaba que tendría mi segundo hijo y la felicidad y el llanto no se hicieron esperar, la vida es un milagro, un bien insustituible, ni con todo el oro del mundo se podría comprar una vida, pueden comprar un silencio cómplice, pueden callarte y amenazarte para que no hables, puede encerrarte, pero nunca podrán comprar una vida, ella está presente en cada latido de ese pequeño e indefenso ser que muy tranquilo se refugiará en el vientre de su madre durante 9 meses, nacerá y llenará de felicidad a la familia, será acogido con amor y ternura.

Él nos iluminará y embargará de razones para continuar trabando por un mejor mundo, aprenderá a caminar, dirá sus primeras palabras, sonreirá y llorará cuando sienta nuestra ausencia y correremos a recordarle que estamos ahí, no como el descarado que tiene que ser demandado para que lo alimente, ni como el abusador que aprovechándose de su inocencia profana su cuerpo sagrado, ni como el politiquero que a sabiendas de que los recursos son para protegerlos tiene el descaro de negociar con su alimento, con su salud, con su educación, con su techo, no entiende uno como pueden mirar a la cara a sus propios hijos.

Sin ni siquiera dudarlo correremos a su auxilio, sin cuestionarnos por encontrar razones daremos hasta nuestra propia vida por él ¿qué está pasando por la cabeza de la persona que pretende cegar la vida de un ser tan inocente, tan débil, tan frágil, tan sublime y tan puro? 

La desgracia ha quebrado a nuestra tierra, los niños Vanegas Grimaldodel Caquetá son un ejemplo claro de la absoluta maldad, del despropósito, de la desfachatez, de la demencia colectiva ¿qué podrá estar pensando su madre? A la que le correspondió llevarlos en su vientre, amamantarlos y verlos crecer ¿qué podrá pensar el padre y su familia? Con ese inmenso vacío que dejan esas criaturas ¿por qué un odio tan desmedido? ¿Por qué la ceguera? ¿Por qué empuñar las armas para conseguir la venganza? ¿Por qué terminar con ese milagro divino que es la vida?

Las niñas, niños y adolescentes no son instrumentos, ni objetos de venganza, como todo ciudadano, como todo ser, tienen derecho a continuar disfrutando del milagro de la vida y nosotros el deber de protegerla, no haciendo un show mediático como suele suceder en estos casos, sino previniendo que hechos así se repitan y por supuesto sancionando ejemplarmente a los infractores,  cuanto futuro hemos enterrado, cuantos sueños frustrados, cuantas metas sin cumplir, cuantas sonrisas, cuantos besos y abrazos, cuantos te amo se han perdido.

Rogaré en mis oraciones por la familia pidiéndole al todo poderoso que los llene de fortaleza, ellos como muchas otras familias lloran a sus hijos cuestionando a la sociedad en su conjunto, al Estado mismo que les da la espalda y que aparece sólo cuando todo está perdido, cuando ya no hay nada que hacer pues la razón es la vida misma y se la han arrebatado de una sola tajada, sin entender que la vida es sagrada y que ella cuando se corta dejan un vacío que difícilmente puede ser llenado con palmaditas ni paños de agua tibia.

Orgullosamente Docente Fac. Ciencias Jurídicas y Políticas USCO.