La Nación
“Las víctimas tenemos derecho a la verdad” 1 26 abril, 2024
ENTREVISTA

“Las víctimas tenemos derecho a la verdad”

A propósito de los 15 años del crimen de su padre, el ícono del conservatismo Jaime Lozada Perdomo, el congresista Jaime Felipe Lozada reclama verdad alrededor de ese fatídico episodio. “Ya es hora de que la JEP actúe y deje de ser un tribunal que pareciera buscar lavar los crímenes de los victimarios”, advierte.

 

Jesús Antonio Rojas Serrano

editorgeneral@lanacion.com.co

 

Este jueves se conmemoran 15 años del crimen, a manos de las Farc, del exgobernador del Huila, Jaime Lozada Perdomo, ícono del conservatismo de la región.

Era un 3 de diciembre de 2005 cuando la caravana vehicular en la que se desplazaba el otrora símbolo del acuerdo humanitario, junto con su hijo, Jaime Felipe, fue atacada con tiros de fusil. La emboscada fue preparada por la columna Teófilo Forero, el grupo élite de la guerrilla liderado por alias ‘El Paisa’. Algunos dijeron que quien debía morir ese día era el entonces senador Carlos Ramiro Chávarro Cuéllar.

15 años después, el exgobernador Lozada no está, su hijo Jaime Felipe es congresista y ya es padre, Carlos Ramiro Chávarro es diputado de la Asamblea del Huila, las Farc desaparecieron como guerrilla, ‘El Paisa’ lidera las disidencias desde Venezuela y aún no se sabe a ciencia cierta si ese fatídico hecho fue o no un error.

Para esta entrevista con LA NACIÓN, el congresista Jaime Felipe nos recibió en su apartamento del emblemático edificio ‘Torres de Miraflores’, en pleno corazón de Neiva. El diálogo se desarrolló en el balcón durante la fuerte lluvia que cayó sobre la ciudad el viernes en la mañana.

 

¿Qué sentimientos le despiertan el fallecimiento de su padre, 15 años después?

Los mismos de siempre. El mismo sentimiento de dolor y de recordación. No puedo negar que cada vez que se conmemora un tres de diciembre, llegan esas imágenes del día del atentado en que mi padre murió. Extraño a mi padre. Hoy que tengo un hijo, a mi primogénito, no quisiera nada más que mi padre lo hubiese podido conocer y abrazar. Sé que mi padre está en un mejor lugar y nosotros desde aquí, tratamos de mantener vivo su legado. Sin lugar a dudas, es una fecha difícil para mí, para mi familia y para quienes conocieron y quisieron a Jaime Lozada Perdomo.

 

¿Qué recuerda de ese fatídico día?

Fue un día atípico. Nosotros salíamos de gira política con mi papá. Usted recuerda que yo estaba dando las gracias por haber sido elegido miembro del directorio departamental Conservador tan solo ocho días antes. Y mi papá me dijo que había que hacer una gira de agradecimientos. Fuimos a Garzón, posteriormente iríamos a La Plata, allí dormiríamos, y al otro día, domingo, regresaríamos a Neiva. La tarde de ese sábado cancelamos la ida a La Plata y decidimos regresar a Neiva desde Garzón. Sobre las 6 de la tarde, la guerrilla de las Farc tenía preparada una emboscada, en la cual, desafortunadamente, fallece mi papá y yo resulto herido. Fue un día bastante atípico. Recuerdo que en la mañana, antes de salir a Garzón, uno de los vehículos en los que nos íbamos a movilizar no sirvió y nos tocó conseguir otro automotor. El destino tenía preparado que ese día mi papá dejara de existir.

 

El exgobernador Jaime era muy cercano a los medios de comunicación y frecuentemente se le escuchaba en las emisoras hablando sobre el intercambio humanitario, ¿Lo recuerda?

De hecho, ese sábado dio su última entrevista en Hj doble K. Nosotros íbamos saliendo de Neiva y ese día, mi papá habló por radio. Efectivamente, temprano. Íbamos ya en el vehículo rumbo a Garzón. Llegamos a Garzón y nos reunimos con los dirigentes del centro del departamento. Recuerdo mucho que había amigos de toda la vida de mi padre, muchos de los cuales he heredado. Recuerdo, especialmente, a Ramiro Alvarado, un gran dirigente conservador del municipio de El Agrado; él estaba en Garzón, en la hostería Ambeima, acompañándonos en esa reunión.

 

15 años después, ¿Tiene claras las cosas alrededor del atentado en el que murió su padre?

Todavía hay muchas dudas. Se ha rumorado que el atentado iba dirigido a Carlos Ramiro Chávarro. Tengo entendido que algunos de los guerrilleros que estuvieron en el operativo así lo dijeron, que la muerte de Jaime Lozada había sido un error. Pero, ni mi familia ni yo hemos tenido certeza absoluta sobre esa materia, que es precisamente lo que nosotros le hemos venido reclamando a la JEP. Las víctimas tenemos el derecho de que se nos diga la verdad. Y en el caso específico de mi padre, después de 15 años, no hemos obtenido esa tan anhelada y esperada verdad. No es solamente el caso de Jaime Lozada o de mi familia, son miles de víctimas de las Farc que reclamamos a gritos la verdad. Esa es nuestra lucha y por eso, hemos dicho desde todas las instancias que ya es hora de que la JEP actúe y deje de ser un tribunal que pareciera buscar lavar los crímenes de los victimarios.

 

Concretamente, ¿Espera que los antiguos líderes de las Farc cuenten la verdad sobre el crimen del exgobernador Jaime Lozada?

Ojalá. Ojalá. Nos gustaría saber, primero, por qué nos secuestraron; por qué a unos jóvenes de 15 y 17 años nos tuvieron secuestrados tres años; por qué a mi madre la tuvieron secuestrada ocho años; si hubo o no dirigentes políticos que estuvieron detrás de ese secuestro; si hubo empresarios —como todo parece indicar que si los hubo—que financiaron y dieron la información para que el secuestro de ‘Torres de Miraflores’ se llevara a cabo. También quisiéramos saber si fue o no un error el asesinato de mi padre y si no lo fue, cuáles fueron las razones para atentar contra Jaime Lozada. Nos gustaría saber la verdad, pero también nos gustaría saber la verdad sobre muchos hechos delictivos y terroristas en el Huila y en el Caquetá. Muchas víctimas me escriben a mi teléfono y a las redes sociales y me piden que siga exigiendo verdad y justicia, verdad y justicia que en nuestro caso particular, después de 15 años, no hemos tenido lamentablemente.

 

Sobre los autores del atentado contra su padre, ¿Ha sabido algo de ellos en estos 15 años?

No. Yo obtuve alguna información pocos meses después del atentado. Usted recordará que esa estructura famosa y criminal de la Teófilo Forero, liderada por alias ‘El Paisa’, fue desmantelada gracias a la Policía y el Ejército. Algunos fueron capturados y otros fueron dados de baja. Alias ‘El Mocho’ fue dado de baja cuando nosotros estábamos secuestrados. Alias ‘Yerbas’ fue dado de baja. Alias ‘James Patamala’, quien era hombre de confianza de ‘El Paisa’ y jefe de finanzas de la columna Teófilo Forero, fue dado de baja gracias a Dios y a la valerosa acción de la Policía en el departamento del Caquetá. Muchos de ellos han venido sintiendo el rigor de nuestra Fuerza Pública. Para ser franco, yo no he tenido, ni mayor contacto, ni mayor información con los perpetradores del crimen de mi padre.

 

¿Qué piensa hoy de ‘El Paisa’, quien lideró la estructura que asesinó a su padre? ¿Creyó que ‘El Paisa’ contaría la verdad tras la firma del acuerdo de paz?

Nunca. Y le cuento una infidencia: estábamos en la época de los acuerdos de paz en el Congreso de la República, en esas discusiones álgidas en la Cámara de Representantes sobre las zonas veredales y otros temas, y recuerdo que el entonces comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, se me acercó y se sentó al lado mío y me empezó a hablar maravillas de alias ‘El Paisa’, de cómo ‘El Paisa’ estaba dedicado a criar cerdos en la zona veredal de Miravalle y de cómo, según él, estaba muy comprometido con el proceso de paz. Recuerdo que le dije al comisionado que no se dejara engañar; que no confiara en ‘El Paisa’; que antes de darle cuantiosos recursos a él, le dieran la plata a los proyectos productivos de nuestros campesinos; y que más temprano que tarde ‘El Paisa’ se iba a ir a seguir delinquiendo, como desafortunadamente ocurrió. ‘El Paisa’, muy cómodamente, se escuda hoy en Venezuela, junto con ‘Márquez’, ‘Santrich’, ‘Romaña’ y demás bandidos. Y desde allí sigue ordenando atentados en contra de los huilenses y caqueteños. Sigue ordenando que sus estructuras armadas continúen haciendo presencia en el municipio de Algeciras y en el corredor vial y montañoso entre el Huila y el Caquetá. Si ‘El Paisa’ fuese valiente, vendría a Colombia a poner la cara y a combatir él mismo a nuestra Fuerza Pública. Desde Apure, en Venezuela, es muy cómodo mandar a asesinar policías, militares y civiles. ‘El Paisa’ debería venir a poner la cara y combatir, si es un guerrero como dice ser.

 

A raíz de estas posiciones, muchos lo tildan de enemigo de la paz, ¿Qué le dice a quienes además aseguran que usted no ha podido superar los episodios de violencia que ha vivido?

Yo no puedo mentir diciendo que no he estado marcado por la guerra. Sería mentir. Pero, la vida ha sido buena conmigo. Yo todos los días le doy gracias a Dios por lo que tengo y por lo que sé voy a tener. Todos los días le doy gracias a Dios por mi familia, por mis amigos, por la salud, por la vida misma. A quienes me critican porque creen que no he podido perdonar, quiero decirles que sí lo he podido hacer. Pero una cosa muy distinta es perdonar y otra es olvidar. Las víctimas no podemos olvidar y tenemos el deber de seguir insistiendo en lo que consideramos es importante para la sociedad colombiana. Las víctimas tenemos la responsabilidad civil de impedir que la historia en Colombia se reescriba y que los victimarios pasen a ser las víctimas.

 

Sobre la Jurisdicción Especial para la Paz, ¿Está de acuerdo en que se acabe la JEP?

Yo fui uno de los congresistas que expuso en la plenaria de la Cámara de Representantes las objeciones a la JEP. Yo creo que la JEP debe surtir un proceso de transformación. La JEP debe tener unas modificaciones sustanciales que le permitan al pueblo colombiano confiar en ellas y que nos permitan a nosotros, las víctimas, tener representación dentro de dicho tribunal. Hoy, desafortunadamente, vemos un tribunal politizado, con un sesgo ideológico marcado y vemos que las víctimas estamos siendo desplazadas por los intereses de los victimarios. Por eso, considero que la JEP debe ser transformada y si no es así, debe ser derogada. Pero hoy, ese no es el tema más crucial en el país. Hoy, el pueblo huilense y colombiano necesita soluciones ante la difícil situación económica y social que estamos viviendo. Hoy, al pueblo colombiano poco le importa qué pasa o no con la JEP. Hoy, el pueblo neivano y huilense necesita empleo, educación, oportunidades. Necesitamos hablarles a los huilenses y a los colombianos de soluciones, de lucha frontal contra la corrupción y de oportunidades laborales.

 

Le pregunto por otros temas. ¿Cuál es su balance legislativo al término de este 2020?

La pandemia nos ha llevado, como a la gran mayoría de colombianos, a reestructurar los planes que teníamos diseñados. Ha llevado al Congreso a adoptar el teletrabajo, con grandes proyectos de ley discutidos. Hace pocos días, aprobamos que todos los colombianos tengan universalidad y gratuidad en la vacuna contra el COVID-19. Nosotros estamos liderando un proyecto para que los colombianos retiren parcialmente sus ahorros de los fondos privados de pensiones; Chile y Perú ya lo aprobaron; esperamos que lo más pronto posible esa iniciativa sea una realidad. Hemos hecho muchas gestiones ante el Gobierno Nacional en materia de reactivación de obras inconclusas en nuestro departamento. No sólo la Ruta 45, sino el estadio de Neiva, el distrito de riego Tesalia-Paicol y las vías de la competitividad.

 

Muchos están hablando del 2022, año de elecciones de Congreso y Presidencia, ¿Qué ha pensado?

Cada día trae su afán. Todos los días me lo preguntan. Usted en esta entrevista, aquí en mi casa, ve a muchos amigos y la primera pregunta que me hacen es esa. Y la respuesta es la misma: cada día trae su afán. Dios ordena y yo obedezco.

 

¿Le suena Senado? ¿Le suena Gobernación?

Dios ordena y yo obedezco. Yo he dicho que sería un honor ser senador de la República, como ha sido un honor ser representante a la Cámara. También sería un honor regir los destinos de mi departamento. Yo creo que en la Gobernación se pueden transformar, de manera más directa, las vidas de nuestros paisanos. Pero, para responderle a su pregunta: Dios ordena y yo obedezco.