La Nación
EDITORIAL

Maestros de calidad

El Gobierno Nacional acaba de anunciar un  extraordinario programa  de ‘Becas para la Excelencia Docente'.

La meta es iniciar en febrero con 3.000 maestros de 242 colegios públicos del país que hayan demostrado avances en rendimiento escolar. Las becas se ofrecerán en 25 universidades nacionales acreditadas, distintas a las existentes en el Huila.

La iniciativa busca ante todo mejorar la calidad de la práctica pedagógica de los docentes en servicio y fortalecer el desarrollo de las competencias de los estudiantes en matemáticas, lenguaje y ciencias.

Sin duda, es una estrategia importante que se suma a otras iniciativas para mejorar la calidad de la educación pública. Los créditos-becas para que docentes de los colegios oficiales puedan realizar maestrías es un paso importante pero insuficiente.

Garantizar una educación de calidad para todos los colombianos es uno de los mayores retos de las políticas públicas. Y uno de los más grandes desafíos a la hora de promover capital humano.

Si bien hemos avanzado en el acceso a la educación  las desigualdades regionales y nacionales persisten y afectan la equidad en la distribución de las oportunidades de aprendizaje.

Un sistema educativo de calidad no puede excluir a sus maestros. Ellos son el eje articulador, el motor que mueve esa cadena de valor.

La nueva frontera de cualquier política educativa es sin duda, la adecuada formación de su recurso humano y el fomento de la investigación y la innovación pedagógica.

Está demostrado que la calidad docente contribuye más que cualquier otro insumo escolar a explicar diferencias en el desempeño estudiantil.

La formación de los docentes es una prioridad porque son ellos los portadores esenciales de la calidad de los aprendizajes.

Es necesario fortalecer la carrera docente basada en el mérito, en el carácter profesional de los educadores, garantizando igualdad en las posibilidades de acceso a la función pública.

Y por supuesto, con un sistema de clasificación que le permita alcanzar durante su vida laboral una remuneración digna similar a la de otras profesiones. Un salario digno también genera permanencia del docente en el sistema. Y no solo en la educación superior. En los demás niveles comenzando por la educación en la primera infancia.

 En este contexto es necesario ampliar  los programas de formación de los futuros docentes. Y no solo en las grandes ciudades donde se concentran los maestros más preparados. Es preciso que se lleguen a la provincia, donde las necesidades son más grandes y los recursos más precarios. Sólo así genera equidad y movilidad social.

Los maestros preparados, con otra visión,  se convierten en factores del desarrollo tecnológico, en formadores de talentos, en preparadores de una nueva generación, en contextos de paz. 

“Un sistema educativo de calidad no puede excluir a sus maestros. Ellos son el eje articulador, el motor que mueve esa cadena de valor”.

Editorialito

A la creciente informalidad en el transporte, se suma ahora, la informalidad en el comercio. En el centro de Neiva el fenómeno se volvió incontrolable. El retorno de ventas estacionarias generan congestión, frenan la movilidad y favorecen la inseguridad. Otro caso para evaluar.