Jorge Fernando Perdomo
Esta extraordinaria obra de la literatura contemporánea, de Harper Lee, premio Pulitser en 1961, describe magistralmente la injusticia racial que sufrían los afroamericanos durante la gran depresión de 1929.
Poco ha cambiado, desde la época de la guerra de secesión, hasta la muerte de George Floyd, estrangulado por un agente policial en Minnesota, que desató la mayor ola de turbulencia racial desde el asesinato de Martin Luther King en 1968.
En Norteamerica, el racismo y la segregación son una realidad, como se evidenció con las imágenes de un país fracturado y en llamas; mientras Trump dejaba al descubierto su desdén por los derechos de la protesta pacífica y todo lo contrario con sus incendiarios tuits glorificaba la violencia, haciendo todo lo posible por empeorar la situación, en forma intencional, racional o instrumentalmente, con un propósito electoral que podría terminar en un desastre en Noviembre, pues muchos de los políticos de centroderecha comienzan a mostrar sus deseos de desmarcarse para no caer al abismo con su presidente
Acaso la posición de Trump, con sus impulsos autocráticos invocando la ley de insurrección de 1807, que amenazan la estabilidad política de Estados Unidos, que ha merecido el rechazo y oprobio de sus antecesores, representan al país como un experimento social fallido?
El ex presidente Barack Obama, compungido publicó “la rodilla en el cuello es una metáfora de cómo el sistema, de manera arrogante, mantiene contenidos a los negros, ignorando sus gritos pidiendo ayuda”. Resulta irónico escucharlo hablar de segregación y discriminación racial, viniendo de un ex presidente negro, que aparentemente no hizo nada para solucionarlo. Lo visto en Minneapolis es también una denuncia contra los políticos y la burguesía negra, acomodada a las estructuras de la supremacía blanca.
En el mundo de la literatura, un género ficción conocido como ucronía, recrea sobre hechos pasados, construyendo alternativas históricas del futuro en forma radicalmente opuesta a la realidad: así veríamos un Estados Unidos, donde la guerra de secesión fue ganada por los confederados, la esclavitud siguió siendo legal e impera un modelo político basado en el fundamentalismo religioso, donde la injusticia social y el capitalismo depredador refleja el verdadero rostro del sistema. ¿Ucronía o Realidad?
Hoy la hegemonía de Estados Unidos, está amenazada no solo por la capacidad económica o militar de países emergentes, sino porque su modelo de democracia se desdibuja ante su mismo pueblo.