El municipio de Neiva cuenta con un valioso capital humano, social e institucional que bien aprovechado nos servirá de soporte para resolver colectivamente nuestros problemas y nos permitirá afrontar con éxito los retos venideros, El municipio de Neiva cuenta con un valioso capital humano, social e institucional que bien aprovechado nos servirá de soporte para resolver colectivamente nuestros problemas y nos permitirá afrontar con éxito los retos venideros, para otros 400 años. Camilo Francisco Salas Ortiz Especial LA NACION La idea de hacer una ciudad como la que imaginamos llena de espacios graciosos donde los ciudadanos disfrutemos del placer de estar ahí, no se le puede pedir a otras personas distintas que a nosotros. Hay que creer que vivir en una ciudad donde los niños y los ancianos, los limitados, los peatones y los ciclistas tengan cupo, es posible. Tenemos derecho a imaginar una ciudad donde los jóvenes encuentren espacios para pensar su futuro, donde la educación no sólo sea un derecho sino también un placer, es responsabilidad de nosotros como ciudadanos. Amamos ciudades extranjeras. Soñamos con visitarlas y nos atrae sobremanera el orden y los espacios con que ciudadanos de otras latitudes amanecen. Pero ¿por qué no pedirlas también como un derecho para nosotros?… Tenemos en nuestras manos el mejor instrumento para hacer que la ciudad cambie y para vivir en esa ciudad soñada: Los programas de gobierno deben garantizar que lo hecho bien se mantenga y que lo que debe continuarse se continúe. París alguna vez también fue un sueño. Desde la perspectiva del interés público, el espacio toma el sentido de un escenario donde se dan relaciones sociales de todo tipo. Haciendo un análisis de la importancia del espacio público en el contexto municipal de Neiva, se detecta que tenemos grandes desigualdades en la ciudad y el municipio en lo que tiene que ver con el territorio y en especial con quienes lo habitan; así: Reducida atención a la zona periférica de la ciudad (comunas 8, 9 y 10) y por ende el deterioro de la calidad de vida de sus habitantes; desequilibrio social como causa del aumento de los corredores de miseria en zonas de riesgo, especialmente en cauces y fuentes hídricas urbanas; progresivo despoblamiento habitacional y residencial del centro tradicional hacia la zona oriental; falta de infraestructuras educativas de calidad para la población más pobre; supremacía del transporte privado sobre el público y la inexistencia de un sistema de transporte masivo adecuado al tamaño de ciudad; destrucción del medio ambiente como causa del desarrollo desordenado de la ciudad y sus sistemas de producción. En cuanto a vivienda la ciudad presenta un crecimiento del déficit cuantitativo y cualitativo. La situación con el medio ambiente no es menos preocupante. El crecimiento de la ciudad se ha dado, en muchos casos, a expensas de la destrucción de áreas de protección y reservas naturales, que generan deterioro y fragmentación de los ecosistemas, y amenaza la biodiversidad, las fuentes de agua y los demás servicios ambientales que prestan. Es el caso de los desarrollos habitacionales sobre la zona oriental localizados en ecosistemas estratégicos, tales como El Curíbano, La Toma, Los Colores, se presentan urbanizaciones inadecuadas, explotaciones agropecuarias y construcción de parcelaciones, incompatibles con los usos que deberían tener. Las microcuencas que vierten a los ríos Las Ceibas, Del Oro y Magdalena presentan un acelerado deterioro, producto de la deforestación intensiva, de la invasión de sus cauces y de las intervenciones antrópicas, con impactos sobre la cobertura vegetal y la reducción de la producción hídrica. Las quebradas presentan mala calidad del agua y en muchos casos se encuentran ocupadas con construcciones en la totalidad de sus cauces. Además existen riesgos por inundaciones y por movimiento de masa. Así mismo, faltan controles y programas apropiados para el manejo de escombros, además de promoción de tecnologías limpias, para reducir impactos sobre la salud de las personas y el medio ambiente. La prevención y atención de riesgos por inundación y deslizamientos se convierte en un reto para la administración municipal y la comunidad, para mitigar los desastres en su territorio. Se identifica la ineficiente gestión ambiental institucional que aglutine y convoque las instancias públicas, económicas y sociales, para enfrentar los problemas ambientales; la inexistencia de un sistema de información ambiental municipal, así como la necesidad de un Plan Ambiental que coordine y defina prioridades de inversión pública. Gobernabilidad y futuro La realidad actual del municipio de Neiva señala que la ciudad se encuentra enfrentando una gran crisis de gobernabilidad y de falta de credibilidad de la sociedad en sus instituciones y unos altos niveles de pobreza generados entre otros aspectos por falta de equidad en la inversión de los recursos públicos y de inclusión social de la población vulnerable. Los síntomas más significativos de la crisis de gobernabilidad han sido, entre otros, la presencia de delincuentes y organizaciones criminales que han convertido a la ciudadanía en víctima impotente de sus hechos delictivos en muchos casos con resultados fatales; altos niveles de clientelismo en las relaciones entre la Administración Municipal y las organizaciones sociales, lo que ha debilitado el ejercicio de la ciudadanía por parte de las mayorías en la ciudad; bajos niveles de deliberación pública sobre temas de desarrollo local. Igualmente, Neiva tiene enormes problemas en materia de seguridad ciudadana, unos bajos niveles de cultura y educación en sus habitantes, una carencia de espacios y edificios públicos adecuados y que estén acordes con el acelerado desarrollo de la ciudad, y el municipio se ha mantenido desde hace muchos años con tasas de desempleo e informalidad superiores a la media nacional, entre otros males que nos aquejan. Sin embargo, el municipio de Neiva cuenta con un valioso capital humano, social e institucional que bien aprovechado nos servirá de soporte para resolver colectivamente nuestros problemas y nos permitirá afrontar con éxito los retos venideros, para otros 400 años. 
*Presidente de la Academia Huilense de Historia
