La Nación
COLUMNISTAS

¡No más violencia contra nuestros niños!

“La leyenda bíblica del rey Herodes, y su masacre de los inocentes, palidece ante un país donde los titulares de prensa cuentan de menores de edad que pican a otros con machetes por líos de droga; de la masacre del Caquetá por tierras; de un psicópata que viola niños que anda suelto por las calles; de una madre, de 24 años, que asesina a sus tres hijos”, dice Semana en el artículo ¡Ni un niño muerto más!. Y en medio de un panorama tan desolador, el anuncio de las Farc de no reclutar menores de 17 años se queda corta.

Lo grave, siendo muy lamentable, no es que haya crecido la violencia extrema contra nuestros niños en Colombia; lo grave y triste es que a duras penas nos condolemos frente a la magnitud de las tragedias, de lo horrible de las pesadillas. Peor aún: se convierte en algo normal y la gente pierde la capacidad de reacción frente a ella. En otro país del mundo,  las acciones relacionadas habrían significado una movilización nacional de indignación y rechazo, reclamando el respeto por la vida y respuestas de las autoridades. Aquí a duras penas hubo una masiva marcha de blanco en Florencia pidiendo a gritos justicia y paz.

Pero, ¿por qué la escalada de violencia contra nuestros niños? En el último año las muertes aumentaron 50 por ciento; y las denuncias por maltrato 140 por ciento. El abuso sexual aterra: 7.624 casos de niños y niñas en 2014. Expertos alertan que estos sucesos expresan un problema muy profundo, que tiene conexiones estrechas con el conflicto armado: Lo que está faltando es cohesión social y un sentido común de rechazo a la violencia.

La violencia que se ha encarnizado contra los niños no es aislada ni fortuita. Se plantea preguntas ya no sobre la muerte sino sobre la manera como vivían: ¿Iban a la escuela? ¿Qué comían? ¿Quién los protegía?. “Estos hechos son producto de una sociedad que está tocando fondo”, según el Defensor del Pueblo, Jorge Otálora.

Por todo lo anterior es urgente en Colombia reglamentar la Ley de Infancia y el  Código del Menor,  y se  invierta suficiente dinero en la protección de los menores.  ¿Sacar un nuevo proyecto de ley?. No, ya hay normas suficientes para protegerlos, pero hay que hacerlas efectivas. Sólo así podemos construir una verdadera esperanza para el Huila y nuestros niños.