La Nación
COLUMNISTAS

Notas varias

El vil asesinato de cuatro menores de edad en el Caquetá no puede ser una noticia más del acontecer nacional, es muy grave lo que ha sucedido y el país debe movilizarse. Las autoridades (Fiscalía y Policía Nacional), no deben descansar hasta dar con el paradero de los autores, sean quienes sean, no tiene ningún tipo de justificación y excusa. Solidaridad con la familia de los menores y todo el repudio posible a esta clase de conductas.

Por otro lado, curiosamente las últimas dos columnas las hemos dedicado a los intocables jurídicos, sin embargo, causa asombro que el día sin carro celebrado en Bogotá, el exsenador y exembajador Carlos Moreno Des-caro, haya hecho todo lo que hizo. Primero, violó la prohibición (con la cual muchos estamos en desacuerdo), luego al verse sorprendido, toma una contravía, luego, le quiere hacer creer al policía de tránsito que vivía en donde parqueó y finalmente se porta altanero e irrespetuoso con el agente. Al parecer, según la reseña periodística, todos esos actos le sirvieron porque no aparece registrado, ningún tipo de inmovilización o comparendo en contra del infractor. Qué vergüenza que esto siga sucediendo, aquí los ricos o poderosos se salvan del brazo de la ley, lo dicho, no los toca nada ni nadie.

Siguiendo con esta situación, hace ya diez días se cayó un puente peatonal en Bogotá y nadie responde. Para hacerle la prueba de carga usaron personas y no cosas, que es lo que recomiendan los manuales de ingeniería. El resultado ya los conocemos todos, un puente caído y varios heridos. Ese puente se hizo con la plata de todos los colombianos y ahí deben responder los militares y los civiles involucrados en la construcción del puente, que no suceda ahora que porque tienen algún tipo de autoridad no respondan por los daños causados a la personas y al patrimonio del Estado.

Ya es hora de que existan responsabilidades, no solo para los de ruana. En Sudáfrica pusieron a responder por un homicidio a un campeón y atleta paralímpico, Oscar Pistorius; en Francia están procesando a Dominique Strauss-Kahn por delitos de prostitución y sexuales; en Libia, el hijo de Muamar Gadafi, está respondiendo por todos los años de terror impuestos; en Egipto, los que han usado el poder para sus propios fines pasando por encima de las personas están o encarcelados o condenados. Todo esto nos lleva a la necesidad de fortalecer la administración de justicia.