La Nación
¿Oportunidad perdida? 1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

¿Oportunidad perdida?

Francisco José García Lara
En el 2019 tuvimos una verdadera esperanza cuando los colombianos nos movilizamos y protestamos demostrando que habíamos despertado de un prolongado aturdimiento.
Pero esas movilizaciones populares parecen estar apagándose, no solo porque estamos agotándonos de las marchas que se han extendido demasiado hasta el punto de estarse diluyendo, sino también porque quienes han asumido como voceros del denominado paro nacional se les fue la mano con sus peticiones.
No tenemos la menor duda que Colombia requiere un profundo cambio social que acabe de una vez por todas con las profundas inequidades que tenemos, pero para hacerlo no tenemos que destruir lo que hemos alcanzado o echar para atrás significativos logros sociales como el sistema general de seguridad social en salud, donde pretender nacionalizar la prestación de servicios y el aseguramiento es revivir al fracasado seguro social.
De la misma manera, solicitar que se acabe con los TLC o renunciemos a estar en la OCDE es desconocer de plano que en este mundo globalizado de poco o nada sirve aislarnos de una realidad comercial que aunque no nos agrade es innegable.
Igualmente, pedir que se estatice Ecopetrol comprando las acciones que están en poder de particulares no solo implicaría la necesidad de desembolsar cuantiosos recursos que estarían mejor utilizados en programas sociales, sino también negarnos que democratizar la empresa más importante del país, cuya propiedad estatal es aún del 87%, demuestra que es factible trabajar mancomunadamente los particulares y el estado.
Estas peticiones, fuera del contexto que motivó las movilizaciones, han permitido que el gobierno enrede el dialogo y la discusión, obteniendo el tiempo que necesita para cuadrar la coalición de gobierno y así lograr pasar sus iniciativas parlamentarias, las cuales en su mayoría van en contra de lo que precisamente se busca cambiar mediante las protestas.
No puede pasarse por alto que las marchas de la semana pasada terminaron con actos de vandalismo que afectaron tanto bienes públicos y privados, generando el rechazo generalizado pues no existe justificación alguna para la violencia.
Es increíble que después de haber logrado levantar a un país con poca tradición de protesta terminemos en discusiones banales o peticiones sin sentido, eso solo demostraría que no fuimos incapaces de asumir la responsabilidad, dejando una vez más que ese espacio lo copen los oportunistas de siempre que solo aparecen para defender sus intereses.
¿Sera una oportunidad perdida?, la historia se encargará de decirlo, pero si lo es, no vayamos a culpar a los demás de lo que tuvimos en nuestras manos y no supimos aprovechar.
garcia.francisco@javeriana.edu.co