La Nación
EDITORIAL

Peajes polémicos

Lo que no esperábamos los huilenses, es que las vías de competitividad terminarían financiándose en  un alto porcentaje con peajes.

El tema planteado durante las dos últimas administraciones seccionales volvió a revivir con el anuncio formal de la instalación de cuatro nuevos peajes en la vía Neiva-Mocoa, que contempla solamente un corto tramo en doble calzada (Neiva-Campoalegre).

Hace menos de tres años, se contempló un solo peaje y el anuncio generó polémica. La gobernadora de la época ofreció recursos regionales para agilizar la obra y asegurar por lo menos el primer tramo. Pero sin peaje. Desde entonces el tema quedó en el olvido.

Ahora, con ocasión de la publicación de los pliegos definitivos de la licitación para la contratación de los diseños, construcción y mantenimiento de obras en el corredor Neiva-Mocoa, con 22 kilómetros de doble calzada y algunas variantes, se develó el secreto mejor guardado. Está previsto que en esta concesión se ubicarán cuatro nuevos peajes en Hobo, Timaná y dos más en la vía Pitalito-Mocoa.  Que se suman a los otros cuatro existentes. 

El establecimiento de estos cuatro nuevos peajes que serán permanentes, no estaba en las cuentas. Tampoco se contempló durante la presentación de las propuestas ni se analizó en las mesas temáticas.

El peaje, un sistema medieval para el mantenimiento de las vías, era el as bajo la manga que se había reservado el Gobierno Nacional y por supuesto, la Agencia Nacional de Infraestructura. El Huila esperaba mucho más en las concesiones de cuarta generación. La doble calzada es un pequeño tramo. Lo demás, son obras importantes pero no tanto como para recargarle una gran parte de la financiación a los usuarios, en una zona altamente vulnerable, duramente castigada por el conflicto armado.

Según la ley, para la construcción y conservación de la infraestructura de transporte a cargo de la Nación, el Gobierno aportará los recursos que se apropien en el Presupuesto Nacional y además, cobrará el uso de las obras de infraestructura de transporte a los usuarios. Y para esto  establecerá peajes.

Los ingresos provenientes de la utilización de la infraestructura de transporte, deberán garantizar su adecuado mantenimiento, operación y desarrollo. Y no para otros destinos como ocurrió en el caso Nule. El Gobierno nos debe una explicación.  Además, debe revisar los aportes presupuestales con justicia y proporcionalidad, como corresponde en materia de tributos.  Está previsto que el Gobierno sólo asumirá el 60 por ciento. El resto a los usuarios.

Lo otro, es que se recargue este tipo de peajes, a los carrotanques que transportan crudo, como lo propuso hace algunos años el ex ministro de Transporte Miguel Peñalosa. Esta sería también otra forma de compensar los daños ocasionados a la infraestructura vial y los impactos sociales y económicos que implica la circulación de centenar de carrotanques por las deterioradas vías del Huila. El debate apenas se abre.

“Lo que no esperábamos los huilenses, es que las vías de competitividad terminarían financiándose con peajes”.

Editorialito

Muy bien que el Ministro de Salud Alejandro Gaviria esté hoy en Neiva presidiendo una mesa técnica sobre la proliferación del Chikunguña para enfrentar con una rigurosa intervención su propagación. Y acciones puntuales en los conglomerados clínicamente compatibles con el virus. No con marchas. El ‘chinguñatón’, en este caso, no servirá de nada.