La Nación
COLUMNISTAS

Periodistas emprendedoras. Por Milena Oliveros Crespo

Con la celebración este  9  de  febrero como  el  Día Nacional del Periodista se  pudiera pensar que en esta fecha las salas  de redacción  están vacías.  Nada  más  errado.  Hoy  percibimos en el universo periodístico  la presencia de mujeres  emprendedoras,  capaces de imaginar un mundo donde compartamos la vida, los derechos,  los recursos, los sueños,  y también las  incertidumbres y la esperanza;   mujeres capaces de construir un imaginario colectivo rico en dignidades y libre sumisiones y abusos.   En  su  pluma  se percibe  el anuncio  al resto del mundo la necesidad                   de abandonar la mirada sesgada  y excluyente.  Cuando  el día comienza, espontáneamente recurrimos a los medios de comunicación para enterarnos  de lo que acontece en la  aldea                     y  comprender  la complejidad y diversidad del momento histórico que nos ha tocado testimoniar.                                Me reconforta la pertinencia de las féminas de los  medios  masivos  de  comunicación visibilizando la presencia  de sus congéneres en sus relatos y aventurarse  por  nuevos                    caminos,  por  rutas  aún  no  transitadas,  sin  la  brújula  que  solo  marca  el  norte  del  poder. Es  sano subrayar  en trazo  grueso  que  en  sus  agendas  no se percibe la reacción patriarcal                   que  empuja a la pérdida  de derechos ya conseguidos;  recuerden que la historia no es lineal                          y frente a los avances de los derechos de las mujeres hay tentaciones de retrocesos.                                 Periodistas, destaquen  en mayúsculas la lucha contra la violencia de género, el feminicidio, la trata de seres humanos con fines de explotación sexual y los abusos contra las mujeres en conflictos armados; escriban en negrilla  que  la impunidad falsea nuestras democracias, mina nuestras sociedades  e  introduce  la semilla de la violencia que dará su peor fruto: la imposibilidad de la paz.  Como  actoras  sociales de  los  medios  de  comunicación,  es  urgente   estar   vigilantes  del cumplimiento  de las leyes, denunciar las violaciones de los derechos humanos de las mujeres, controlar el comportamiento de los gobiernos y que sean  autoexigentes con sus  propios medios;  se  empoderen  el  lenguaje no sexista, que no  lo dejen  envejecer sin incorporar los nuevos usos que las mujeres le dan, que lo reinventen porque en él entramos todas, que no descuidemos nuestros valores, nuestras responsabilidades.   Mujeres  periodistas,  sigan empeñadas  en  ser profesionales, que  amen  la profesión que tiene la pasión por la justicia y la verdad,  sus mejores  valores.    Traslado  mi solidaridad, reconocimiento y respeto al mismo tiempo, a quienes ejercen el periodismo en la región  porque  reconozco  sus dificultades y los riesgos que implica trabajar    en un país en conflicto armado.   Sabemos que son enviadas especiales sin billete de regreso.   Asevero sin temor a equivocarme, que no descansarán  hasta que consiga  que  la profesión periodística,   sea cómplice apasionada de la libertad y la paz, para todas, para todos.