Alejandro Serna Serna
En la vida podemos ocultar realidades cayendo en un estado fantasioso, inocente e inocuo y entonces comenzar a inventar ciudades paraísos, en un dulce estado como diría el maestro Estanislao Zuleta: “En un inmenso mar de mermelada”, escondiendo para el caso de Neiva una problemática que hoy nos amarga: ¡La inseguridad!
No se puede olvidar que dentro de los fines esenciales del Estado está la garantía de la seguridad, el orden justo, la integridad territorial y la convivencia pacífica de sus asociados, así como dentro de las atribuciones constitucionales y legales del alcalde municipal consagradas en el artículo 315 de la Carta Mayor y la Ley 1551 del 2012, las cuales son: Conservar el orden público y ser la primera autoridad de Policía de la entidad territorial que representa.
Ante este imperativo, la ausencia de seguridad no se combate con buenas intenciones etéreas, menos con ignorancia o soberbia. Se necesita más que eso y es: – Determinación y contundencia en la toma de decisiones administrativas y en la articulación con los diversos actores de la fuerza pública-. De ello se pudo dilucidar esta semana en el Concejo de Neiva producto de un debate de control político sobre la inseguridad en Neiva.
Las cifras no fueron nada halagüeñas, producto del análisis del Boletín del Plan Integral de Seguridad y Convivencia ciudadana 2016-2019 emanado por la Secretaria de Gobierno Municipal, la Dirección de Convivencia y seguridad y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
Respecto al hurto a personas en lo recorrido del año 2018 con corte abril, se presentaron 784 casos frente 645 en el 2017, tornándose más alarmante si tomamos como base promedio anual entre el 2010 -2015 con 1748 hurtos año frente al 2017 con 2280 robos, significando un aumento del 30,43 porciento.
Ahora bien, si analizamos las cifras de hurto a residencias, encontramos que en lo que lleva el año 2018 con corte abril se dieron 196 casos frente 159 robos a vivienda en el 2017; igualmente preocupante si tomamos como base promedio anual entre el 2010 -2015 con 495 hurtos a inmuebles frente 395 robos en todo el 2017, significando un aumento de un porcentaje de 79,43%.
En lo único que saldría bien librado nuestro municipio sería en el hurto a comercio y violencia intrafamiliar, pero son consuelos aparentes en planes estratégicos volátiles, al estilo de Churchill: -De nada sirve decir “Lo estamos haciendo lo mejor posible”. Tenemos que hacer lo que sea necesario para tener éxito. De ahí que es menester actuar para recuperar nuestra institucionalidad y la confianza ciudadana pensando que “el mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad” como lo dijera Albert Einstein.
El problema no es de percepción o cifras. ¡Necesitamos acciones coercitivas ya!