La Nación
¿Sabemos realmente lo que estamos consumiendo? 1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

¿Sabemos realmente lo que estamos consumiendo?

Por: Sergio Felipe Salamanca

En lo que va de la semana, dos noticias han llevado a cuestionarme sobre el verdadero grado de seguridad con el que contamos los consumidores colombianos. Por una parte, el comunicado emitido este martes por parte de la Federación Internacional de Tenis, mediante el cual informa sobre la suspensión provisional del tenista colombiano Robert Farah, como resultado de una prueba de orina que dio positiva para Baldenona y, por otra, la polémica que se generó en torno al resultado obtenido en un estudio adelantado por la Universidad Industrial de Santander, el cual muestra, que un medicamento que dice ser hecho a base de Caléndula, tiene dentro de sus componentes diclofenaco, alejándose de la información que es comunicada a los consumidores.

En condiciones normales uno podría llegar a pensar que ambas noticias corresponden a hechos aislados y fortuitos, sin embargo, al analizar la estructura administrativa en lo atinente al control de calidad y seguridad de alimentos y medicamentos, se puede verificar que, en el país, dicha función se encuentra centralizada en una sola entidad, el INVIMA. En mi opinión, esta centralización y acumulación de poder genera dos consecuencias: i. Aumenta las probabilidades de que se presenten casos de corrupción (como ya ha pasado) y, ii. Sobrecarga de solicitudes a la entidad, haciendo que tanto la calidad, como la velocidad de los trámites se puedan ver afectadas.

La situación descrita anteriormente adquiere una especial connotación en el caso del tenista, en el cual vale la pena resaltar los siguientes hechos: 1. Existen al menos otros tres casos en los que deportistas de elite alegan haber arrojado positivo en pruebas de Baldenona con ocasión del consumo de carne; 2. Fue tal la situación, que el Comité Olímpico Colombiano emitió un comunicado, el cual sugiere a los deportistas colombianos tener cautela respecto del consumo de carne, con fundamento en un estudio elaborado por el Instituto Colombiano Agropecuario, según el cual “(…) en 1 de cada 4 muestras de residuos del ganado vacuno, se encuentra dicha sustancia”, lo que en parte se debe a que la misma es de libre venta en el país.

Llegar al punto en el que una de las máximas autoridades del deporte colombiano advierte sobre el consumo de carne por el posible contenido de sustancias esteroides, debe llevarnos a cuestionarnos seriamente sobre la seguridad de nuestros alimentos y medicamentos, así como el papel que está desempeñando la respectiva autoridad.