Con un mensaje de esperanza que lleve a los feligreses a pedir el don de la reconciliación que nos convierta en artesanos de la paz, celebró ayer Viernes Santo la Iglesia Católica el tradicional viacrucis. En Neiva, este evento que conmemora la pasión y muerte de Jesucristo, se vivió en diferentes parroquias de la ciudad. Monseñor Marco Antonio Merchán Ladino, obispo de la Diócesis de Neiva, presidió la procesión desde el Parque de la Música hasta la Catedral de la Inmaculada Concepción.
Hernán Galindo
En Neiva al igual que en distintos lugares del departamento, Colombia y el mundo, desde las primeras horas de la mañana, ayer Viernes Santo, cientos de fieles se congregaron en cada parroquia para recorrer las catorce estaciones que representan el camino de Cristo hacia el calvario y su crucifixión.
Este viacrucis es una meditación sobre los momentos y sufrimientos vividos por Jesús, desde su arresto hasta su muerte en la cruz y posterior resurrección.
Para el caso de la parroquia de la Inmaculada Concepción que corresponde a la Catedral de la ciudad de Neiva, la romería fue orientada por monseñor Marco Antonio Merchán Ladino, quien a las 6 de la mañana dio inicio al recorrido de las catorce estaciones en el Parque de la Música Jorge Villamil Cordovez.
En la primera parada correspondiente al arresto, acusación y condena a morir en la cruz, el alto prelado de la Iglesia Católica, recordó cómo Jesús en su viacrucis, lleva nuestros sufrimientos, nuestros dolores, nuestra vida en plenitud, “por eso como el Papa lo ha hecho, con la palabra que tanto utiliza en estos tiempos, sinodalidad (Sínodo, “La palabra ‘sínodo’ contiene todo lo que necesitamos entender: ‘caminar juntos’. Y por eso vamos a caminar juntos, junto a Cristo, porque caminando juntos, es Cristo quien camina con nosotros”
A medida que fue avanzando la procesión se fueron sumando poco a poco más fieles, algunos solos, otros en pareja e incluso familias enteras que decidieron pedir por la paz, la salud, el empleo y otras necesidades que en cada caso particular los agobian.
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Otras parroquias
Lo primero que hay que destacar es que, a la Diócesis de Neiva, pertenecen 65 parroquias de 15 municipios incluida la capital del departamento del Huila.
Para el caso de Neiva en las principales parroquias se realizaron las procesiones correspondientes al viacrucis, destacándose la gran cantidad de gente que le madrugó al Viernes Santo para hacer un acto de reflexión.
Parroquias como la del Perpetuo Socorro del barrio Campo Núñez, San José en El Altico, La Divina Misericordia en la Rioja, La Virgen del Carmen en Timanco y muchas más vivieron su procesión.
El viacrucis en vivo y las peticiones
Aunque en Neiva se ha ido reduciendo la tradición de realizar la representación del viacrucis en vivo se conservan algunos lugares que mantienen la práctica, de un Jesús vivo que carga la cruz y es azotado y llevado por la multitud hasta su sitio de muerte al monte calvario.
Una de las parroquias que contó con esta realización en vivo fue la del Espíritu Santo del barrio Chicalá, en el norte de Neiva. Un grupo de actores realizó la representación del camino de Cristo a la cruz.
También en la parroquia San Vicente de Paúl, en la comuna Cuatro, se vivió el viacrucis en vivo.
En medio de estas romerías encontramos personas que llegaron, unos por cumplir con la tradición, otros para participar de los eventos de la Semana Santa, pero también hay quienes tienen un dolor o una petición especial, un milagro que esperan les haga el Redentor.
Es el caso de Jairo, uno de los ayudantes de los cargueros que de paso llama la atención que son voluntarios y no como antes que eran parte de la tradición y significaba todo un proceso ingresar a esta especie de orden. “Yo más que pedir salgo porque es un momento de sentirme útil, rodeado y acogido por la gente, desde muy pequeño me fui de la casa y vivo del rebusque, este día me siento importante, presto un servicio y hago parte de la comunidad”.
Es lo poco que se atreve a decir este joven de unos 20 años de edad a quien observamos durante todo el recorrido como miraba a cada uno de los participantes y les sonreía. Realmente se sentía importante y parte de una romería que igual que él, clama por oportunidades, por un lugar en la sociedad, por poder luchar por los sueños.
Así en medio de las reflexiones que en cada parada iba realizando el Obispo, LA NACIÓN acompañó el viacrucis en la ciudad de Neiva que, en la tarde del Viernes Santo, realizó el rito de la muerte de Jesús y en la noche escuchó el sermón de las siete palabras.