El distrito de riego, que hace referencia a una de las más importantes obras de ingeniera del departamento está ubicado sobre la margen izquierda del río Magdalena en la inspección de El Juncal, municipio de Palermo, a 13 kilómetros de la ciudad de Neiva.
Está constituido por 343 predios, lo que representa un área de influencia de 5.100 hectáreas, de las cuales se benefician 3.100 hectáreas, 2.600 dedicadas al monocultivo de arroz. Mientras que en 50 hay concentrada producción de piscicultura en concesión del Distrito, y entre 35 y 40 de espejo de agua con otras fuentes.
Debido al costo de mantenimiento del Distrito, pues su sistema funciona con energía eléctrica, la recién conformada nueva Junta Directiva, ya avanza en el desarrollo de nuevas apuestas que brinden una mayor estabilidad a la Asociación.
“Hace 15 años el Distrito presentaba un déficit económico debido a la facturación de energía. Las bombas eléctricas con las que se hace el bombeo de agua llegan a facturar más de $4.000 millones al año, el 50% es financiado por el Gobierno Nacional debido al modelo de negocio, y el restante sale del bolsillo de los asociados. Por eso la necesidad de ser autosostenibles”, dijo Joaquín Castañeda, presidente de la Junta Directiva.
LO PROYECTADO
En la actualidad, 50 hectáreas concentradas en este distrito de riego tienen como objetivo la piscicultura, pero el objetivo es implementarla en mayor escala.
“Hemos visto una oportunidad de negocio en este sector. De la mano con la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena, Cam, estamos trabajando para realizar el ajuste necesario en el proyecto de concesión de aguas que fue entregado hace 10 años y que vence en el 2017” dijo Castañeda.
Además de este proyecto, la agricultura es otro de los sectores que espera abrirse campo en esta importante zona productiva del departamento y que cuenta con uno de los afluentes más importantes del país, el río Magdalena.
LA NACIÓN además tuvo acceso a la misiva enviada al viceministro de Desarrollo Rural, Juan Pablo Díaz-Granados, para gestionar fondos que permitan la construcción de un molino de arroz que permita disminuir costos de producción y generar a su vez valor agregado al importante producto, con lo cual los productores tendrán mejores ingresos y contarán con nuevas herramientas a la llegada de los tratados de libre comercio.
ENERGÍA, EL ESLABÓN
El corazón de este importante proyecto es la energía eléctrica, sin embargo los altos costos se convierten en un punto de quiebre para los asociados.
Oswaldo Tovar, gerente encargado de Asojuncal, explicó que debido a los altos costos la organización ha tendido que emprender proyectos que hasta hoy le han permitido mantenerse a flote y estable.
“Tenemos la venta de insumos agrícolas, alquiler de maquinaria, piscicultura y obviamente la regulación del agua. Todos estos aspectos van encaminados nuestra solvencia económica. Si el Distrito no hubiera sido entregado a los productores la historia seria otra y los costos por el acceso al agua probablemente también serían más altos”, dijo Tovar.
Frente al uso de energías alternativas, los dirigentes indican que si se tiene planeado, pero que debido a los altos costos de elementos como los paneles solares y la cotización del dólar, por el momento solo son proyecciones pero que esperan poder vincularse a proyectos de innovación, tecnología y turismo para obtener financiamiento.
Asojuncal es una entidad sin ánimo de lucro, espera desarrollar estos proyectos “a través de una eficiente y eficaz administración de los recursos tanto hídricos como económicos, propendiendo por el equilibrio ecológico de su entorno, la conservación de los valores de sus empleados, su capacitación para lograr productividad y el crecimiento sostenible de la empresa y asociados, con el mejoramiento continuo de sus procesos”.
Este es el documento que fue enviado al Viceministro de Desarrollo Rural para la construcción del molino de arroz.
Venta de insumos agrícolas, piscicultura y arroz, son la base del sostenimiento económico.
Gracias al Distrito de Riego 265 familias derivan su sustento, es decir más de 1.000 personas beneficiadas y se generan cerca de 3.000 empleo por año en esta zona.
José Francisco Montoya, trabaja hace 45 años en el ‘corazón del Distrito’, donde están las bombas de este sistema.
La fuente hídrica es el rio Magdalena, y estas son las unidades de bombeo que cuentan con motores AEG a 890 hp y que tienen una altura de descarga 32,5 metros.
