Para ser Gobernador, de esta mi tierra del Huila, se destaca y se perfila, un buen administrador. Ha sido caficultor, de sencillez transparente, donde quiera uno lo encuentre, tropieza con un amigo, con quien compartir abrigo y tratar siempre de frente. Ganará con pundonor, a los molinos de viento, que perdieron todo aliento, ante el sumiso elector. Carentes de pundonor, los cándidos senadores, que haciéndose los señores, se han venido del congreso, a hacer de lo nuestro un queso, para ciertos roedores. Carlos Julio por favor, déjate de sectarismo, pidiendo al liberalismo, no votar conservador. Si Hernán y Carlos Ramiro, en la pasada elección, sin conocer la razón, les eligieron a Iriarte, recordarlo y ve a limpiarte, de infamias tu corazón. Permítamelo el Señor, mirar desde la barrera, esta feroz garrotera, de santismo aterrador. Del no muy santo señor, de corrupción descarada, que refina mermelada, para comprar electores, sin importar los valores, ni la conciencia ni nada. Mientras tanto hay un rumor, en encuestas descubierto, y es que el Huila está despierto, como en la vuelta anterior. Cuando votó por Zuluaga, y en absoluta conciencia, superando la renuencia, de tradición pastoril, les sacó doscientos mil, voticos de diferencia. Hoy los encuentro peor, organizando mangualas, en que ningún ser iguala, la estirpe de senador. Por pereza y desamor, al Huila que los quería, le hundieron las regalías, y le trajeron el quimbo, o sea que salieron chimbos, de chimborria chimbería. Mi consejo de asesor, en temas de coaliciones, o corruptas adhesiones, es de rechazo y pudor. Prefiero ser perdedor, que declararme triunfal, aliado de un inmoral, pues la manzana podrida, cuando en las buenas se anida, corrompe todo el costal. Yo veo en el partido, que hay algunos candidatos, reconocidos lagartos, con afán depredador. En cambio hay un buen señor, de trayectoria sincera, sin la labia culebrera, del manzanillo lagarto, que ya nos tiene bien hartos, de baba politiquera. En el Huila hay un clamor, que parece un exabrupto y es impedir que un corrupto, pueda ser gobernador. Así que amigo lector, si tienes buen corazón, sin sectarismo y pasión, votemos por Rigoberto, y que un opita correcto, conduzca nuestra región. Con un grupo triunfador, de alcaldes y concejales, con diputados leales, será el Huila emprendedor. Para aplastar con valor, la corrupción donde esté, porque dejó en mala fe, mi pobre tierra asolada, y cambiar la mermelada, por aroma de café.