La Nación
COLUMNISTAS

Los israelitas de las Farc

Definitivamente es inaceptable que las Farc sigan realizando acciones que no son de guerra, sino de un franco ataque a la población civil y la dignidad de las personas.

Los derrames de crudo, las voladuras de torres de energía, el daño a los acueductos, los asesinatos de niños, la extorsión y los explosivos que colocan a los que no les pagan la “vacuna” son una evidente demostración que están jugando a que se termine el actual proceso adelantado en la Habana, Cuba.

Y así lo hizo saber el presidente Santos, pues afirmó que no aceptará más ataques a la población civil. Es que la sociedad no acepta más el sofisma que se está negociando el fin del conflicto “en medio de la guerra”. No. Porque el agua y la energía no son combatientes, tampoco lo son los comerciantes extorsionados ni los niños que son asesinados.

La guerra se libre verdaderamente entre combatientes: Los guerrilleros y los miembros de las fuerzas militares del Estado. No existe el punto medio. La población civil, categóricamente, no son actores de la guerra.

Cada atentado contra la población civil que las Farc cometa, sea el que sea, es un atentado en contra sí misma; en cada petardo que origina este grupo guerrillero, se mina mucho más la posibilidad que consigan respaldo ciudadano ante una eventual participación en política; cada acción que ellos realizan en contra de la población civil, es un aislamiento político que ellos mismos se ocasionan. Si de todas maneras se firma el fin del conflicto en medio de esas condenables acciones, las Farc nacerán políticamente desahuciadas pues el odio que ellos han generado en millones de colombianos se devolverá en su contra. Porque, ojo, mucha gente podrá perdonar las acciones que sufrieron por cuenta de las Farc, pero no por eso todo se olvidará.

Ahora, si el Gobierno Nacional decide acabar con el proceso que se adelanta con las Farc, porque realmente ese grupo guerrillero no cesa el ataque a la población civil, recibirá mayoritariamente el apoyo de los colombianos. Que no quepa duda. Porque el proceso de la Habana generó una expectativa: No más ataques a la población civil. Y no se está cumpliendo. Si el proceso se acaba, las Farc serán las únicas responsables de esta nueva frustración.

Y miren qué contradicción: Las Farc condenan los ataques de Israel contra los palestinos en la Franja de Gaza, y no se dan cuenta que con los ataques que realizan en contra de la población civil colombiana se están comportando como los israelíes. Miran la paja en el ojo ajeno y no miran la viga en el propio.