La psicóloga y asesora de familia Liliana Jiménez Robayo nos enseña a enfrentar los cambios en la vida, que siempre traen algo bueno para nuestro desarrollo personal, pero que muchas veces no los hacemos por miedo. Aquí su columna:
Nuestra mente es el principal detonante, nos lleva a creer que No podremos afrontar nuevos cambios y nos limita para visionar el futuro.
“Los cambios son difíciles, sobre todo para la persona que creen que tienen todo bajo control y siguen una rutina estricta, porque han limitado su vida a lo que puede manejar fácilmente y no desea ninguna alteración ni desafío que venga a sacarle de su mundo de confort”.
Hay que ver los cambios como algo esencial y necesario en nuestra vida.
Estemos conscientes o no, queramos aceptarlo o no, las cosas y la gente cambian, la vida cambia, las circunstancias cambian…
El miedo al cambio es un paradigma, pues el cambio es algo que experimentamos prácticamente desde que nacemos, sin ser apenas conscientes de ello, todos los días nuestro cuerpo, nuestro entorno, las experiencias, las personas que conocemos, lo que aprendemos nos van haciendo diferentes.
El cambio es parte de la vida, porque la vida es movimiento, y el ser humano es un espíritu que tiene un alma que habita en un cuerpo.
El problema viene cuando somos conscientes del cambio y comenzamos a asociarlo con las adversidades, las tragedias, los problemas de la vida, y entonces la incertidumbre toma el control, y comienza la desconfianza a manejar nuestra mente con preguntas que destruyen nuestros sueños y anhelos.
Hay situaciones de vida que, de súbito, se posan en nuestro existir para instalarse allí, cambiando la realidad de manera definitiva. Se trata de cambios radicales, bruscos y profundos, que debemos saber enfrentar, para no dejarnos desalentar por su presencia, y para no permitir que tomen el control sobre nuestro día a día.
Cuando te enfrentes a lo desconocido, en lugar de resistirlo de manera automática, “Mira hacia adelante y fija tus ojos en lo que está frente… permanece en el camino seguro”.
Los cambios nos sacan de lo familiar y cómodo y nos llevan a la incomodidad y lo desconocido; pero aunque por una parte revolucionan tu mundo, por otra te hacen enfrentar tus miedos y tratar con aquellas cosas que te roban el gozo, la paz y la seguridad.
El cambio puede ser tu amigo o tu enemigo, depende de cómo lo enfoques; si huyes de él, se convertirá en enemigo; si lo aceptas y aprendes de él, será uno de tus mejores aliados.
El cambio es parte de nuestra naturaleza; si te fijas, todo está cambiando constantemente, el clima, la economía, las leyes, etc. Tú mismo, después de leer este artículo, ya no serás el mismo, porque las ideas son el principal vehículo del cambio en las personas.
El cambio tiene un papel importante en tu vida, lo importante es que tengas la visión clara hacia dónde quieres cambiar, y además, es necesario que te prepares para enfrentar los cambios que no puedes controlar, incluyendo las adversidades. Para eso es necesario que fortalezcas tu espíritu a través de la fe… Sólo así podrás entender que todas las cosas que suceden nos ayudan para bien.
Aprende a hacer preguntas que te edifiquen, y no que te limiten, por ejemplo, en lugar de preguntar “¿Por qué siempre me pasa esto a mí?” , pregúntate “¿Qué de bueno puedo aprender de esto?”, ¿ qué área de mi vida debe ser perfeccionada o corregida?.
Concéntrate en las áreas de tu vida que puedes controlar, como tu actitud… Recuerda que en ti hay dominio propio, o capacidad de poner freno a las malas costumbres, no te excuses en tu propia opinión, ni te creas tus propias mentiras… Toma la decisión de ser diferente, y darle un giro a tu vida… Déjate alcanzar por las bendiciones y la felicidad… Permite que los sueños que un día guardaste en el baúl del olvido se activen y se escriba una nueva historia en tu vida… Con nuevas y mejores promesas.
"No olvides que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante… La vida, en realidad, es una calle de sentido único, pero quien determina la siguiente parada eres tú".