La Nación
¿Quién paga el recorte a las regalías? 1 14 mayo, 2024
INVESTIGACIÓN

¿Quién paga el recorte a las regalías?

Con 50.000 millones de pesos menos en recursos de regalías, actualmente Neiva deja de atender 25.000 estudiantes por concepto de restaurante escolar. Con 50.000 millones de pesos menos en recursos de regalías, actualmente Neiva deja de atender 25.000 estudiantes por concepto de restaurante escolar. El panorama a nivel departamental no mejora, si se tiene en cuenta que la disminución del presupuesto fue del 70%. Hoy ningún niño huilense cuenta con el servicio de transporte escolar, lo que empeora aún más la situación y aumenta la deserción. LA NACIÓN, NEIVA Gracias a la nueva ley de distribución de regalías, los niños huilenses se las arreglan diariamente para sostenerse en las aulas. Sin transporte ni alimentación escolar, la deserción tiende a aumentar. Hoy cerca de 109.000 estudiantes del Huila no cuentan con los servicios y los más afortunados, solo tienen el almuerzo entregado por Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf). Este año los niños huilenses no cuentan con todas las garantías para asistir al colegio. El duro recorte de regalías petroleras, con las que se financiaban temas como transporte y alimentación escolar, deja a los menores como primeros damnificados de una larga lista. Sin embargo, las ganas de estudiar y salir adelante, así como el apoyo decidido de los padres de familia, han mantenido a los estudiantes en las aulas, pero ¿hasta cuándo podrán sostener esto económicamente? ¿hasta cuando el gobierno nacional decidirá aprobar los recursos necesarios para estos conceptos? Tanto la secretaria de Educación Departamental, Gladys Canacué, como el Municipal, Faiver Hoyos, dan cuenta de la gestión adelantada ante el Ministerio de Educación y el gobierno central, que tiene la última palabra. Mientras tanto, miles de estudiantes seguirán realizando travesías, pasando necesidades o en el peor de los casos, abandonando la escuela. Los hermanos Muñoz Ramírez, son un claro ejemplo de ello. A diferencia de los años anteriores, desde principio del año en curso no cuentan con el transporte escolar, por lo que deben caminar hasta el colegio exponiéndose a los peligros que traer consigo el camino. Johan Estiven y Yorleison, de 12 y 10 años de edad, respectivamente, cursan cuarto y tercer grado en la Institución Educativa del corregimiento de Fortalecillas, zona rural del municipio de Neiva. Diariamente los hermanos Muñoz deben caminar 20 minutos para llegar a clases. Aunque el trayecto no es muy largo, el camino es solo y peligroso, los menores deben cruzar la vía nacional que comunica la capital huilense con el norte del departamento y por donde transitan cientos de automóviles a toda velocidad. Pese a esto, los menores salen de su residencia ubicada en el barrio Buenaventura, con media hora de anticipación para llegar puntual a sus clases. Durante el trayecto cantan, ríen y juegan con la inocencia de su edad, para ellos, más que un peligro es una aventura diaria. “Entramos a la 1:00 p.m. pero siempre nos venimos antes para alcanzar el almuerzo en la escuela. Aquí tenemos la comida, en mi casa no”, expresó Johan, el mayor de los dos hermanos. Camino a la escuela el pequeño, tez morena, cuerpo menudo y larga cabellera trenzada – el pelo obedece a su creencia religiosa, según él, es un mandato de Dios-, sostiene que mientras él y su hermano almuerzan en el colegio, sus padres y seis pequeños más, comen con la ayuda de un familiar. “Mi mamá va donde mi tío para que le regale arroz, sopa, o lo que hayan hecho ese día para comer”. Los menores cuentan con suerte, su colegio hace parte de los 1.254 establecimientos educativos oficiales a lo que el Icbf entrega almuerzos o desayunos escolares en los 37 municipios del departamento. Cada paso que dan, cada día que asisten al colegio, es un escalón más para alcanzar sus sueños. “-A mi me gusta las matemáticas-” dice Johan al agregar que cuando sea grande quiere ser un gran médico, para ayudar a toda su familia. ‘Prefiero que no vaya’ La historia de la familia Muñoz Ramírez no para ahí, compuesta por ocho hijos en total, guarda una triste historia como la de miles de familias colombianas. foto1Al Huila llegaron hace apenas un año, luego de vivir en Bogotá y probar suerte fallidamente, decidieron radicarse en esta calurosa tierra. Los Muñoz son oriundos del Caquetá y cargan con la cruz del desplazamiento. “Teníamos todo en el Caquetá, nuestra tierrita y toda la familia. Nos tocó dejarlo botado, por ayudas políticas la guerrilla empezó a amenazarnos con la muerte. Entonces salimos para no arriesgar nuestras vidas”, relató Luis Alberto Muñoz, padre de los menores. Hoy, luego de años de rodar de un lugar a otro, desterrados de su terruño, la cabeza del hogar piensa que más temprano que tarde volverá por lo que es suyo. “Creo que este año regreso a ver qué pasó con la tierrita y si se puede hacer algún negocio”. La familia Muñoz solventa sus gastos con las ventas ambulantes. “Compro chatarra, verduras, y las vendemos aquí mismo, es un negocio familiar, entre todos trabajamos, con los dos hijos mayores”. La inestabilidad económica a la que ha sido sometido y el numeroso núcleo familiar por el que debe responder, han complicado un poco las condiciones, a tal punto que de no contar con las ayudas del Estado para la educación de sus hijos, ninguno estudiaría. Por ello ‘Neneco’, como llama a uno de sus hijos menores, de siete años de edad y quien ingresaba a cursar segundo grado, este año no asiste a la escuela. “El año pasado estudiaba en la Sede de la vereda La Mata, queda lejos pero tenía transporte y no había problema, este año sin quién lo lleve se complicó la cosa porque nosotros salimos a trabajar y no podemos llevarlo”, expresó el padre. El menor, como muchos otros en el departamento, debe esperar en casa a que el gobierno defina la forma como se manejará la financiación de transporte y restaurante escolar, atrasando así su formación académica. “Tratamos de que le dieran un cupo en la sede principal, donde estudian los hermanos y que nos queda más cerca, pero ya no habían, no me lo recibieron”, dijo Muñoz. El hombre, preocupado por el bienestar de su pequeño, manifestó que prefiere dejarlo en casa. “La verdad ya no lo mando porque me da miedo que se vaya solo, aún esta muy pequeño y el camino es peligroso. Sin embargo, apenas den transporte yo mando el niño, esa es la demora. Con el compromiso de que se adelante con la profesora” Como el señor Muñoz, son miles los padres de familia que hoy sienten, sin saberlo a ciencia cierta, el efecto negativo del recorte del as regalías en el departamento. “Me interesa que vuelvan a poner el transporte. El año pasado no pagábamos nada. “Yo le pediría al gobierno por el bienestar de los niños que nos den el transporte o que nos den un cupo más cerca. Me veo afectado porque él no va al colegio, no aprende y tampoco recibe el almuerzo. Lo que más requiere uno es ayuda con los niños, para que tengan el bienestar completo, educación, comida, transporte. Esa es una ayuda muy grande”. ‘Dependemos del gobierno central’ Ante la difícil situación, el secretario de Educación Municipal, Faiver Hoyos, agradeció a los padres de familia que hacen un gran esfuerzo por enviar sus hijos al colegio y les pidió un poco más de paciencia. “En este momento no hay restaurante ni transporte  escolar por parte del municipio de Neiva, porque eso dependía de regalías y desafortunadamente el recorte nos perjudicó de manera ostensible, a tal punto que hoy no tenemos una situación clara frente al tema, dependemos del gobierno nacional ”, dijo el funcionario. Asimismo, Hoyos sostuvo que se ha adelantado gestión ante el Ministerio de Educación. “Estuvimos con la ministra y le planteamos la necesidad de poder articular unos proyectos que nos permitan salvar de alguna manera esa situación”. Según el Secretario, lo ideal es hacer la cobertura global de Neiva. “Si hoy el Icbf da esas raciones, la idea es que nosotros le demos a los 25.000 estudiantes que quedan para cubrir el total”. La situación no es fácil, teniendo en cuenta que se deben presentar proyectos ante la Dirección Nacional de Planeación y el Comité Territorial de Regalías, para poder garantizarle el restaurante a los 56.452 estudiantes que a la fecha están matriculados en la 37 instituciones educativas de Neiva. Se estima que el gobierno asigne recursos por este concepto en dos meses aproximadamente. Mientras tanto, los estudiantes seguirán pagando directamente los efectos del recorte en las regalías. ‘No tienen voluntad’ A su turno, la secretaria de Educación Departamental, Gladys Canacué, expresó su cartera está al pendiente de las solicitudes del gobierno nacional, sin embargo, son ellos quienes deben definir. “A pesar de que se dijo que ya estaba la metodología para presentar los proyectos, aún no tienen claro como va a hacer la distribución y cómo llegar hasta el fondo para acceder a esos recursos”, dijo la Secretaria. En cuanto al tiempo estimado para empezar a con los programas, Canacué afirmó que sería en abril. “Aunque vemos al gobierno nacional en una actitud muy pasiva, y lo que hacen es afectar la cobertura que hemos logrado, porque si no tienen las garantías los estudiantes se retiran”. La funcionaria sostuvo que el año pasado se invirtieron solo por restaurante escolar $25.000 millones y para transporte $3.480 millones. “Este año lo que buscamos que el departamento ponga $18.000 millones y los municipios el 20% faltante con los dineros de regalías que les llegan directamente. Y en transporte estamos tratando de garantizar los $3.400 millones que se invirtieron el año pasado”. Canacué afirmó que en este momento el Icbf cubre cerca de 75.000 niños en diferentes municipios dl departamento. “Nosotros dejamos de atender 84.000 niños, pero esperamos que apenas lleguen los recursos empecemos con el servicio normalmente”.