La Nación
EDITORIAL

Fecha clave

 

Estuvo en el Huila el viceministro de Infraestructura del Ministerio de Transporte, Manuel Felipe Gutiérrez. El alto funcionario asistió en el municipio de Pitalito a la instalación de la veeduría de las obras que se desarrollen en el marco de la concesión vial Neiva-Mocoa-Santana. Como es de conocimiento público, al Huila no le pudo haber ido peor con esa concesión en manos de la firma Aliadas para el Progreso. Progreso no hubo y problemas viales como el de Pericongo se acentuaron.

Y no hay que titubear al decir que Aliadas fue un fiasco. A estas alturas, las obras en el marco de esa concesión –incluyendo la doble calzada Neiva-Campoalegre– debían presentar un avance por encima del 70%. Hoy, apenas registran un 5%. Por esta razón, el Gobierno Nacional le impuso a Aliadas para el Progreso –sólo hasta finales del año pasado– dos multas que suman $24 mil millones, y paralelamente, empezó el proceso de caducidad. Esa presión llevó a que Aliadas presentara un plan remedial, que incluía la cesión del contrato a un grupo empresarial llamado Ethus.

Sobre el tema de este grupo empresarial, el Viceministro aseguró: “Ethus, que es una firma muy grande de ingeniería, que tiene otros contratos de concesión, es un grupo muy robusto donde hacían una propuesta de tomar el proyecto y le pedían a la ANI el trámite del plan remedial y que analizaran una nueva posibilidad para que ellos pudieran entrar. A nosotros nos pareció el mejor escenario posible, porque si seguían con la caducidad, eso significaba que íbamos a un proceso judicial y mientras se resolvía teníamos que abrir nuevamente la licitación. En ese sentido, empezamos mesas de trabajo con ellos, que van bastante avanzadas y les dimos como plazo para tomar el proyecto el 30 de agosto. En esa fecha ellos van a entrar y van a tomar el proyecto”.

Claramente, se trata de una buena noticia. El Huila requiere con urgencia que las obras de la concesión despeguen cuanto antes.

 

“Y no hay que titubear al decir que Aliadas fue un fiasco. A estas alturas, las obras en el marco de esa concesión debían presentar un avance por encima del 70%. Hoy, apenas registran un 5%”