La Nación
COLUMNISTAS

Gerencia versus demagogia

La democracia es el sistema político reconocido por Aristóteles, cuya característica predominante es que la titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros, haciendo que la toma de decisiones responda a la voluntad colectiva de los integrantes del grupo.

Bajo esta premisa, veo con asombro como se encumbran egos desenfrenados en cándidos candidatos que única y exclusivamente buscan vender la imagen con retórica y demagogia, apelando a victimización, prejuicios, emociones, miedos y esperanzas; en lugar de consumir todas esas energías en hacer propuestas reales, tangibles, ambiciosas y por supuesto realizables de una ciudad competitiva que bajo un buen gobierno, se logre llegar a transformar la calidad de vida de la gente. Estos súper hombres, pulcros sin pecado concebido y que sugieren la encarnación de lo más prístino de la selección humana, me preocupan de sobremanera. Hemos visto en el vecindario cultos que personas se profesan a sí mismas, y lo peligroso en la medida que siempre buscarán sistemas autocráticos e ineficientes y resquebrajarán sin duda la democracia. La inteligencia del mandatario local se debe representar en la capacidad de buscar consensos con los órganos administrativos, para canalizar esfuerzos en búsqueda de lo único importante y es el bienestar social. 

Yo he invitado a todos los precandidatos a que hagamos un ejercicio PROPOSITIVO, a que se estudie la ciudad y que socialicemos de una manera académica las necesidades y las posibles soluciones para nuestra Neiva. A no inventar la rueda, sino a traer las mejores prácticas del mundo para beneficio local. Esto es lo que hemos venido haciendo. Llevo más de 20 semanas de propuestas por una ciudad incluyente, una ciudad segura para los niños, para el caminante y para la bicicleta. Con sistemas de salud eficientes y con propuestas novedosas de transporte público. Además con una hoja de vida que permite que lo dicho sea hecho, para soportar con créditos la gerencia de los planes de ciudad a 50 años, y que de una vez por todas impriman el carácter competitivo que necesita la ciudad y su gente para incrustarse en el mundo globalizado. Para que haya empleo de calidad y los jóvenes tengan las mejores oportunidades de educación bilingüe, empleo y entretenimiento sano.

Para el buen líder no existe el espejo retrovisor, solo mirará hacia adelante y construirá sobre lo construido. No se trata de vender imposibles sino construir realidades. Considero que el neivano debe buscar la experiencia de alguien que sí ha liderado equipos de trabajo y sabe que el reto más grande de un actor político es la capacidad de persuasión bajo el sustento de los argumentos. Quien no tenga experiencia en el manejo de equipos multidisciplinarios, de gente profesional en cada área, y de encausar voluntades en la búsqueda de objetivos medibles, tendrá que improvisar. Neiva no se puede permitir la improvisación. Ese sería el mayor costo social. No se trata de patear el establecimiento, yo quiero profesionalizar el servicio público. Y esto se hace desde adentro; con trabajo, con liderazgo, con gerencia y sin eufemismos. Sabemos lo que hace falta y sabemos cómo hacerlo.