La Nación
La campaña de la muerte 1 9 mayo, 2024
COLUMNISTAS

La campaña de la muerte

Piero Emmanuel Silva Arce

Nada refleja mejor el carácter antidemocrático y violento de los sectores políticos afines al expresidente Álvaro Uribe que la campaña emprendida por una ferviente seguidora suya: Margarita Restrepo.

Las imágenes que publicó esta senadora muestran a algunos candidatos a la presidencia con la boca tapada y con la cara sucia como si los hubieran arrastrado; las imágenes causan estupor.

Quienes aparecen de esa forma no están alineados con las tendencias que ella representa y han emprendido una campaña de denuncia de los actos de corrupción de la clase política de este país.

El eslogan es muy consistente con las violentas imágenes: “Bravucones inconsistentes, los callaremos en las urnas”. La falta de imaginación lleva a algunos de quienes integran el partido Centro Democrático a repetir al pie de la letra las palabras de su jefe político.

Quienes salen en estas imágenes son Humberto de la Calle, Claudia López, Sergio Fajardo, Armando Benedetti, Roy Barreras e Iván Cepeda; A pesar de ser de partidos diferentes y de contar con tendencias políticas disímiles, su único pecado es no estar con el partido político de Uribe. Es decir, si no son aliados, de inmediato pasan a ser considerados enemigos, impíos y aliados de las FARC.

Vale la pena mencionar que las imágenes salen justamente después del debate sobre corrupción convocado por Claudia López y Enrique Robledo, donde estos demostraron las alianzas de la clase política con la élites delincuenciales y corruptas de las diferentes regiones en Colombia.

En ese debate hubo pruebas de las alianzas de Germán Vargas Lleras con algunos de los delincuentes más poderosos del país. Ahí también salieron salpicados de corrupción algunos “honorables” políticos que estaban en el recinto.

Paradójicamente ninguno de los implicados en hechos de corrupción intentó desmentir las acusaciones y por el contrario intentaron desesperadamente culpar de todo a quienes citaron al debate.

El machismo acusaba a la senadora Claudia López por hablar fuerte, todos se hacían cruces ante las “palabrotas” de esta mujer, ante sus “malos” modales; su discurso en todo caso era consistente y tenía pruebas sólidas. El problema es que no son muchos los que se escandalizan por los robos millonarios que asestan los políticos de turno.

La mojigatería lleva a que discursos vacíos, venidos de políticos corruptos pero que cuentan con glamour, tengan más incidencia en el escenario público. En cualquier caso, el robo al erario es grave, no importa que este se cometa bajo el disfraz de una buena corbata y un elegante restaurante.