La Nación
OPINIÓN

La carrera por la Alcaldía aún no comienza

El año perece y ya se avizora el fuerte movimiento político que nos traerá el 2015. Y no es para menos, las elecciones regionales son un Bocatto  di Cardinale para cuanto partido político desea hacerse con un pedacito de la torta burocrática del país. Gobernadores, Alcaldes, Diputados y Concejales, serán elegidos en medio de una carrera maratónicamente costosa, porque todo hay que decirlo: para aspirar a un cargo de elección popular hay que tener plata, y mucha.  
 
Pero este puede ser tema de otro espacio, por ahora me interesa la contienda por la Alcaldía de Neiva, que a pesar de que ya se mueve, a mi criterio aún no comienza en serio.
 
Hace más o menos un par de meses cuatro o cinco aspirantes han empezado  a mostrarse públicamente como candidatos a la Alcaldía; de esos cinco, verdaderamente hay que decirlo, solamente dos pueden tener alguna posibilidad. Y no porque los demás no tengan méritos o capacidad, sino porque en elecciones como estas, donde están en juego varias cifras (sin especificar cuáles), el nombre en el tarjetón tiene que ser lo suficientemente pesado para arrancar con aire la carrera, pues de no ser así, no llegarían a la recta final, ni siquiera empujados.
 
Si las elecciones fueran hoy, y como están las encuestas y la percepción de la gente en la calle, la Alcaldía de Neiva estaría siendo disputada entre el Medico Rodrigo Lara Sánchez, del Partido Verde, y el concejal Gorky Muñoz Calderón, del Partido Liberal.
 
Ambos cuentan, al menos por ahora, con lo necesario para sonar muy fuerte en la finalísima de octubre: nombre, reconocimiento, popularidad y recursos. Ambos, cada uno desde su especialidad, han venido sembrando de a poco el cultivo de la persuasión hacia la gente, que los conoce, saben quiénes son, y van a votar por ellos. 
 
Rodrigo Lara Sánchez basa su poder electoral en el voto de opinión. Representa un sector independiente, de tendencia liberal (ideológica, no de partido), con visión progresista, ávida de cambio social y cultural. Pero con el respeto que me merece, quien sabe si una alcaldía así sería fácil de manejar: la administración pública depende mucho del cabildo que la respalde, y de cómo se trabaje en conjunto. Mejor dicho, depende mucho del “C.V.Y.” con los concejales, y de eso Lara Sánchez deberá aprender mucho, no a ser corrupto, ni más faltaba, sino a saber manejar a los que sí lo son, sobre todo cuando los llegara a necesitar. Tendría que conformar un equipo donde haya de todo, buenos e intachables como él, y mañosos, que sepan estar en la jugada.
 
Gorky Muñoz Calderón basa su caudal electoral en la gestión que ha venido desarrollando por años en la labor política. El hombre se ha sabido mover, más aún en los sectores de baja capacidad económica, ahí la gente lo quiere y lo respeta, pero sobre todo le agradece. Sus programas de vivienda, como un simple ejemplo para esbozar, representa el ideal de muchos de lo que debe ser un buen administrador: una persona de liderazgo, que ayude a quien lo necesita, que contribuya, pero más que nada que gestione y de resultados. Gorky sabría moverse en la alcaldía, pero no sé hasta qué punto entraría a administrar  rodeado de tantos compromisos politiqueros, que le hicieran romper el tamizaje de lo soportable, y le terminen causando serios estragos a su casa.
 
Ahora bien, si entre ellos dos  por ahora está la elección, no se debe descartar el sin fin de posibles candidaturas que se podrían presentar el otro año. Se habla, y mucho, de un pez demasiado gordo que quisiera entrar a la contienda, y de darse, los que están ahora aspirando se quedarían con muy pocas posibilidades de llegar a ejercer como Burgomaestres. Amanecerá y veremos.
 
En fin, si bien la Gobernación del Huila se ve mucho más despejada para los Gonzales Villa, la Alcaldía de Neiva aún se encuentra en una etapa previa, incierta, de movimientos cautelosos. Lo que sí se da como seguro es que esta campaña, particularmente y con relación a la de años atrás, será absurdamente costosa. Y si los candidatos tienen de eso: ¿que será más determinable: La opinión o la gestión?