La Nación
Nada hicimos y nada hacemos… 1 28 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Nada hicimos y nada hacemos…

Javier Cabrera

Hace más de 50 años que en el Huila detectamos un problema en nuestra idiosincrasia y cultura, en nuestro entorno relacional y en la forma en que miramos la posibilidad de competir y destacarnos en el contexto nacional. Pero nos hemos dedicado  analizar y analizar, llenándonos de estudios y evaluaciones, sin atender lo que pasa en frente de nuestras narices, incluso proyectamos lo que debimos ser al 2020, y al final de cuentas, después de pasado el tiempo nos sorprendemos  por lo poco que hemos  avanzado  sin darnos cuenta que lo esencial sigue abandonado.

Seguimos poniendo la mirada en el entorno y dejamos de lado la esencia de lo que como región nos afecta, la esencia de lo que como cultura nos estigmatiza y se convierte en una gran dificultad al momento de tratar de avanzar ante tantos planes y proyecciones realizadas. Es más, lo planteado desde ahora para proyectar nuestro futuro a 20 años, tendrá las mismas dificultades y frustraciones si no nos detenemos a mirar la raíz del problema.

Y es que una sociedad, envidiosa, chismosa, mentirosa, que no se apoya, que su mentalidad general invita a criticar los logros propios en lugar de aplaudirlos y mostrarlos, que además tiene un desinterés mayoritario por la cultura, lectura y que prioriza ante todo el trago y la rumba, genera con estos elementos una mezcla o coctel que difícilmente le permite avanzar.

Tengo la certeza que cuando la ciudadanía en forma popular se señala así misma por pretender actuar como “el cangrejo” ante la clásica historia de los cangrejos que, al tratar de salir de una vasija, se pisan entre si en lugar de ayudarse, debiera enfocarse en superar esos defectos encontrados y detectados por años, para cambiar su rumbo real, en logar de hacerse el de la vista gorda.

Llevamos años diciendo que desafortunadamente somos reflejo de ese tipo de sociedad, admirando otras que soportan su empuje, crecimiento y desarrollo en características contrarias a las nuestras, que se apoyan entre si y se impulsan, en las que el chisme y la envidia no les domina, pero nada hemos hecho para avanzar para encaminarnos en esa ruta.

Los proyectos encaminados en cambiar esa mentalidad opita, que nos permitan asumir una actitud diferente, proactiva, colaboradora, alejada del chisme y la envidia no se vieron, ni se ven. Y por eso estamos como estamos a pesar de tanto diagnostico. Lo grave es que si seguimos en las mismas el futuro será el mismo.