La Nación
Una orden de arresto en nombre de la humanidad 1 15 junio, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Una orden de arresto en nombre de la humanidad

La Corte Penal Internacional (ICC) emitió una orden de arresto en contra de Netanyahu, su ministro de defensa y los líderes de Hamas. La corte tomó una decisión tajante y, que, para muchos sectores políticos y sociales, es difícil de entender.

¿Cómo puede poner la CPI en la misma bandeja a los gobernantes de Israel y a los líderes de lo que se ha llamado un grupo terrorista?

La respuesta es muy fácil. Ambos, sin importar si son constituidos de forma democrática o no, sin importar si son los gobernantes de un territorio reconocido, sin importar quienes realmente son, han sido los perpetuadores de crímenes en contra de la humanidad.
Los números son muy distintos para ambos, pues bajo el yugo del presente conflicto (ha habido varios en el pasado) el gobierno de Israel lleva el peso de más de 34.900 muertos y Hamas lleva en su pecho la muerte de 1410 seres humanos.

Aunque los números revelan la disparidad de fuerzas en este conflicto (y la desventaja Palestina), también muestran que la cuestión no es exactamente de cuántos sacrificados son -aunque es altamente doloroso-, si no de las acciones premeditadas y estratégicas que generan agresiones en contra de la humanidad, tanto así que se llega a una terrorífica instancia llamada Genocidio.
Genocidio: Exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad.

¡Ninguna vida debería ser acabada de forma violenta a manos de otro ser humano! Mucho menos de forma coordinada basados en un ideal. Lamentablemente, con causa o sin causa, ambas facciones de este conflicto son culpables de crímenes de agresión en contra de la humanidad y crímenes de guerra. Ojalá estas acciones pudieran afrontar las consecuencias que merecen y ojalá como humanidad podamos llorar sin miedo tanto dolor.

Aplaudo a Francia, Bélgica y Eslovenia que, aunque cercanos a Israel, han celebrado la orden de la CPI con gran inteligencia. Y, realmente me avergüenzo de Joe Biden, quien sin menor remedio se siente excesivamente molesto por la orden para su amigo Netanyahu; ojalá esta fuera una reacción basada en la culpa de ser el patrocinador número uno del Genocidio Palestino, pero no, esta reacción está basada en su creencia absoluta de que el gobierno de Israel tiene el todo el derecho de acabar con una población sin ningún tipo de disculpa.

¿Hay vidas que valen más que otras? ¿De qué depende? ¿De dónde nacimos, de nuestro lenguaje, color, creencia, riqueza, pasaporte, género, orientación sexual o nombre? ¿Quién lo decide?

Lastimosamente la CPI no es una institución que tenga la fuerza ni el apoyo suficiente para ir y ejecutar los arrestos. Pero sí podemos celebrar que la presión internacional está creciendo para que haya un cambio en la dirección del conflicto. Ojalá no se haga muy tarde.

El mundo necesita un llamado de atención, necesita ver más allá de banderas e idealismos. Necesita ver la vida que pulsa por sobrevivir mientras hacemos todo lo posible por aniquilarla. Seamos ese llamado.